POLITICA
Balance de la gira

El embajador Noah Mamet aseguró que los Obama volverán el año próximo

El embajador destacó la “química” entre las dos familias. Habrá inversiones y nuevos acuerdos en la lucha contra el narcotráfico. Galería de fotos

En la residencia. El diplomático repasó los pasos de la visita y enfatizó que el objetivo fue mostrar “un fuerte apoyo” al Gobierno
| Marcelo Aballay

El embajador Noah Mamet supo vivir momentos de alta tensión política durante el gobierno de Cristina Kirchner. Hoy, el contraste no puede ser más grande. Se muestra exultante tras el viaje que, sostiene, tuvo como principal objetivo mostrar el apoyo norteamericano a las reformas que impulsa el presidente Mauricio Macri. Destaca la “química” entre las dos familias pero asegura que los buenos vínculos llegaron para quedarse.

—Se vio una fuerte afinidad entre los dos líderes, ¿cómo fueron los primeros contactos?

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—Cualquier relación, incluso entre dos presidentes, comienza con más formalidad y va ganando espontaneidad. A pesar de que fueron sólo dos días creo que esto se vio en las últimas fotos en el Llao Llao. Hay una química muy fuerte entre las dos familias. Yo sabía que esto iba a ocurrir. Se lo había dicho a las dos primeras damas, estaba seguro de que se caerían muy bien, porque son muy similares en varios aspectos. Creo que esto se vio durante el evento, enfocada en las jóvenes y los estudios en ciencia y tecnología. También durante la cena de Estado, donde hubo risas e intercambio de anécdotas.

— ¿El baile de tango fue algo preparado?

—No, fue toda una sorpresa. Cuando la bailarina le dijo que debía bailar con ella, él inicialmente rehusó. Pero yo noté que no lo hizo con mucha decisión. Mostró una duda. Para mí pensó: “No tendré que postularme para una reelección nunca más, ¿qué puedo perder?”. Y lo disfrutó mucho.

—¿La imagen de Obama bailando puede tener más impacto que los acuerdos?

 —Creo que fue un gran momento y sin duda los acuerdos son un tema importante, pero al mismo tiempo es importante para los líderes que puedan disfrutar y conectar a un nivel más personal como lo hicieron Macri y Obama. Por eso estoy seguro de que más temprano que tarde volverán a la Argentina.

—¿Cuándo podrían volver?

—Su hija menor debe quedarse en Washington por su escuela. Y allí hace mucho frío en invierno, cuando acá es verano. Por eso, si tuviera que adivinar, diría que ellos regresarán el año próximo a Bariloche. Les gustó mucho el viaje. Pero fue muy corto, por eso estoy seguro de que volverán pronto.

¿Cuál fue el tratado más importante que se firmó?

—Es como pedirle a un padre que diga cuál es su hijo favorito. Creo que son importantes como conjunto. Además, más importante que cualquiera de los tratados es la visita en sí, que el presidente viniera y ofreciera su apoyo a la nueva administración y, en términos generales, a los cambios que está viviendo hoy el país.

—Pero los convenios sobre seguridad y comercio fueron los más comentados…

—Tuvimos cuatro acuerdos importantes. Dos en materia de seguridad, otro en materia de comercio, que ofrece un marco para futuras negociaciones, y otro sobre facilidades para los viajes. Otro tema que no recibió mucha publicidad, pero creo que es importante, es el acuerdo en materia de educación. Aumentará de forma dramática el número de estudiantes y profesores que tendrán una estadía en los Estados Unidos.

—¿El acuerdo en seguridad incuye asistencia material y financiera para Nación y provincias?

—Sí, pero no sólo se trata de dinero y equipamiento. Creo que la cooperación en entrenamiento y expertise es algo importante en lo que podemos ayudar mucho. Queremos presentar las mejores prácticas que conocemos y funcionan, especialmente en materia de antinarcóticos y control de fronteras. No tenemos todas las respuestas y cometemos errores, pero parte de la relación es ayudarnos con las mejores prácticas que conocemos.

—¿Cuánto tardará la desclasificación de archivos secretos sobre la dictadura anunciada por Obama?

—Es una tarea que requiere tiempo y trabajo intensivo. Hay personas que deben leer, uno a uno, los documentos. Pero como dijo el presidente Obama, por primera vez habrá una desclasificación de informes militares y de inteligencia. Ya hay 4 mil documentos que fueron desclasificados, y creo que muchos más serándesclasificados pronto. Estamos trabajando de un modo muy positivo con el Gobierno y con organizaciones de derechos humanos para proveer el mayor volumen posible de información.

—¿Se presentarán todos en conjunto o se irá liberando información gradualmente?

—No tengo la información precisa, pero el objetivo es hacerlo lo más rápido posible. Creo que podría haber un proceso escalonado. Pero es un tema que debemos discutir y ver qué funciona mejor para todos.

—¿Luego de la visita habrá aún más anuncios de inversiones? La duda surge porque muchos creen que nadie querrá invertir en un país que no crece…

—Al final del encuentro en la Cámara de Comercio hubo un anuncio que suma cerca de 3 mil millones en inversiones norteamericanas. Y eso creará trabajos, que ayudarán a los individuos. Las compañías están interesadas en aumentar sus inversiones. Creo que tienen confianza en esta administración. Y no sólo a nivel federal. El viaje fue un gran paso en la dirección correcta. En parte, el objetivo fue mostrar un fuerte apoyo a la dirección que está tomando el país. Eso llevará a más inversiones, porque hay muchas empresas e individuos mirando a la Argentina. La primera razón es el talento humano y la segunda el clima de negocios está cambiando.

—Muchos creen que las inversiones llegan por los recursos naturales...

—Los recursos naturales son limitados, pero el talento y el capital humano no tienen límites, ese es el futuro.

La intimidad familiar. “Por un día, la Casa Blanca se trasladó a Palermo”, cuenta Mamet al mostrar a PERFIL, en forma exclusiva, el espacio de la residencia donde vivió la familia Obama durante su estadía en el Palacio Bosch. Es el sector más exclusivo y, por razones de seguridad, no se pueden mostrar imágenes. La familia presidencial tuvo un espacio especialmente acondicionado para sus ejercicios diarios y oportunidad de conocer la multitud de camisetas de fútbol y otros elementos típicamente porteños que decoran el espacio donde habitualmente reside el embajador.

El cuarto donde durmieron Michelle y Barack Obama fue el mismo que ocupó, en 1936 Franklin Delano Roosevelt. Consciente del fanatismo del mandatario por Jorge Luis Borges, Mamet dejó en la mesa de luz un ejemplar de la biografía del autor realizada por Edwin Williamson.