En sólo 10 meses del "Fútbol para Todos", el Poder Ejecutivo ya destinó más de $ 600 millones y no recuperó ni un 10% de eso: la publicidad privada y otros ingresos rondan los $ 55 millones “brutos”, en tanto que son solo 30 millones netos. De esta manera la realidad contradice al Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien había afirmado que “el producto fútbol tiene que producir tanto beneficio que no debe costarle ni un centavo al Estado”. Sin embargo, según informó Clarín, por cada hogar en el que hay un televisor que sintoniza el fútbol “gratis”, el Estado desembolsa $ 240 mensuales.
"El fútbol se convirtió en un instrumento de propaganda oficialista. Está totalmente a contramano de lo que se hace con el deporte en el resto del mundo”, denunció el consultor de marketing deportivo Gerardo Molina. En cuanto a la publicidad privada solo quedó Iveco, anunciante principal del torneo. Uno de los especialistas en sportbusiness del país que prefirió mantener el anonimato fue directo: “Un amigo del Gobierno me dijo que no era bueno para mi compañía que saliera en los medios”.
Los clubes nucleados en la AFA rompieron el contrato con Torneos y Competencias (de $ 300 millones al año), porque el Estado se ofrecía a pagarle el doble: $ 600 millones. Desde aquel día los clubes ya cobraron 10 cuotas de $ 45,45 millones ($ 454 millones) y un adelanto de $ 100 millones.
Rating y números.
El Apertura 2009 promedió los 9 puntos de rating, mientras que el Clausura bajó a los 7. La ecuación es simple: cada punto de rating equivale a 31.474 hogares, durante el último año, el “Fútbol para todos” fue visto por 250.000 hogares. A los gastos por derechos hay que añadirles los de transmisión ($ 30 millones en 2009 y otros $ 22 millones por la mitad de 2010). En cifras, esto representa $ 240 por cada hogar en que se enciende la tevé para ver fútbol.