El 21 de junio de 2013, Sergio Massa se preparaba para presentarse como candidato a diputado por la oposición. Por aquellas horas, se reunía con Daniel Scioli en su casa de Villa La Ñata bajo el plan de que el gobernador bonaerense también quiebre su vínculo y sus hombres integren la lista. Pero el ex motonauta nunca rompió con la Casa Rosada y la relación con Massa se cortó con un llamado por teléfono de Scioli el mismo día del cierre de listas en el que le decía que no jugaría en contra del kirchnerismo y que tampoco Massa lo hiciera.
Seis meses más tarde, en la inauguración de un hotel en Mar del Plata, se cruzaban por primera vez desde el cierre de listas, en donde apenas compartieron algunas palabras. Hubo algunos mensajeros durante algún tiempo, pero nunca lograron que los dos dirigentes volvieran a hablar, ni siquiera por teléfono.
A veinte días del ballottage en el que Scioli necesita seducir a los votantes que eligieron a Massa en la elección general (21,3%), el candidato del Frente para la Victoria volverá a marcar el número de teléfono del tigrense. Será la próxima semana, al regreso del descanso que Massa se tomó en Brasil junto a su familia y la de Gerardo Morales.
El gobernador bonaerense lo felicitará por la elección pero, según confió a su equipo, también hablará de las propuestas que el diputado del Frente Renovador presentó en su campaña y ahora Scioli toma prestadas. Implementar el 82% móvil para los jubilados y subir el mínimo no imponible de Ganancias son algunas de las medidas que el candidato oficial ya anunció.
La conversación promete ser fría: Massa no le perdona que el gobernador no lo haya llamado para ponerse a disposición y solidarizarse cuando en la campaña anterior un gendarme ingresó armado a su casa.
“Voy a hacer lo posible para que Scioli no llegue a la Presidencia”, se le escuchó decir varias veces a Massa durante esta campaña. Sin embargo, el ex candidato presidencial no dirá con todas las letras que votará a Mauricio Macri, y varios de sus dirigentes se inclinarán por el postulante del Frente para la Victoria.
Mientras tanto, hay varios interlocutores entre los dos dirigentes. El diputado del Frente Renovador Ignacio De Mendiguren habla con el titular del Banco Provincia, Gustavo Marangoni. Felipe Solá, quien ya dijo que será difícil votar por Macri, dialoga con el vicegobernador, Gabriel Mariotto. El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, tuvo una conversación directa con el tigrense, al igual que el ex gobernador de Tucumán José Alperovich.
Hubo distintos ofrecimiento, pero Massa repite lo mismo que le dijo a la mesa chica en el hotel Hilton el último miércoles: “Nuestra pelea es por los cambios, no por los cargos”.