Agencias
El gobernador de Chubut, Martín Buzzi, firmó un decreto para que los funcionarios de su gobierno se realicen “de manera voluntaria, una rinoscopía o análisis de sangre para determinar el nivel de adicciones”, como política contra el narcotráfico, se informó ayer.
A pesar de que el examen será “voluntario”, Buzzi advirtió que quien no se lo haga deberá “tomar otro camino”, fuera de la administración pública.
“En esto hay que poner la cara, pero también la nariz y la sangre”, sostuvo el mandatario provincial, y agregó que la disposición oficial responde a “la pelea que estamos dando contra el narcotráfico”, en donde “aunque el consumo no está penado, creo que los funcionarios tenemos la obligación de marcar una postura”.
En este sentido, Buzzi consideró que “quienes ocupamos cargos tomamos decisiones, firmamos resoluciones, trabajamos para la gente, y eso demanda una responsabilidad”.
El gobernador hizo el anuncio el sábado tras una reunión con el obispo de Comodoro Rivadavia, Gimeno Lahoz.
En este contexto, Buzzi anticipó: “El primero que el martes irá a poner la nariz y la sangre seré yo mismo”.
Durante el encuentro, del que también participó un grupo de sacerdotes, se habló además “sobre los lugares en los que plantearemos la recuperación de las personas adictas”, dijo el mandatario provincial.
Asimismo, destacó la importancia del diálogo con la Iglesia sobre el flagelo de las drogas.
Sobre el decreto, explicó que “todos los que tenemos responsabilidades públicas debemos sumarnos a esta iniciativa”, ypidió “involucrarnos físicamente en esta pelea contra la droga”, porque “la dinámica y la geopolítica sobre cómo se mueve el narcotráfico a nivel mundial nos demanda compromiso”. Por último, reconoció que “si bien las lecturas de esta decisión serán polémicas porque roza las libertades individuales, los que no accedan a realizarse el examen tendrán que tomar otro camino”, fuera del Gobierno.