El debate por la continuidad de Cristina Fernández en un tercer mandato abre cada más grietas en el corazón del kirchnerismo.
El proyecto de reforma constitucional generó dos líneas dentro del Gobierno: la de los ultra K, que insisten en modificar la Constitución Nacional para que la Presidenta pueda ser reelegida –ante la ausencia de un candidato alternativo– y los más moderados, que lo consideran "innecesario" y buscan que la jefa de Estado se retire con "la medalla de oro" en 2015.
Dos ejemplos: hace una semana, dos gobernadores peronistas clamaron en Mendoza una re-re para CFK en un encuentro del Instituto Gestar, la usina de capacitación de militantes del PJ. Carta Abierta (el grupo de intelectuales oficialistas), en la misma línea, está por difundir su misiva número 12, pidiendo un tercer mandato de CFK. No son hechos aislados.