Casi 200 mil votos. Ese es el número mágico que busca alcanzar Cambiemos en La Matanza, el distrito más grande de la provincia de Buenos Aires, con casi un millón de electores. Esa cantidad consiguió María Eugenia Vidal en las elecciones que la consagraron gobernadora, desterrando al PJ kirchnerista que postuló a Aníbal Fernández. En esa elección, Vidal hizo la diferencia en el territorio que hoy es manejado por la intendenta más fiel a Cristina Kirchner, Verónica Magario. Si bien perdió, obtuvo más apoyos de los que esperaba.
Pero el escenario ahora es distinto. La gobernadora no es candidata (aunque hace campaña activa) y el rival a vencer no es Aníbal, sino Cristina, que tiene un porcentaje de voto más fiel, sobre todo en La Matanza, que desde hace treinta años es gobernada por el peronismo.
En un municipio donde el discurso de la transparencia y la lucha contra la corrupción no penetra como en otros, básicamente porque hay necesidades más primarias, y donde muchos de los candidatos del oficialismo no son conocidos, la apuesta de la Casa Rosada es mostrar obras y contención social, y cosechar con la marca Cambiemos.
La Matanza, además de la lucha por la cantidad de votos, representa una pelea simbólica muy fuerte. Es el territorio donde se encuentra la versión más fanática del kirchnerismo y hasta donde el PRO llevó su marca más auténtica: el Metrobus. Pablo Knopoff, de la consultora Isonomía, destacó ese simbolismo en diálogo con PERFIL. “El elemento que empuja la aprobación de Cambiemos es la obra pública. Y lo más simbólico de la obra pública del PRO es el Metrobus”, explicó. Y recordó que una de las primeras apariciones de Vidal como gobernadora fue en La Matanza, y en ese momento disparó: “Estamos acá para quedarnos”. La búsqueda del oficialismo, entiende Knopoff, es quebrar la lógica del voto peronista a largo plazo. El dilema es si tiene tiempo para lograrlo en el corto plazo.
Millones. Sólo en infraestructura, el gobierno nacional tiene en ejecución en La Matanza 43 obras por un monto de 3 mil millones de pesos, incluyendo viviendas y obras hídricas. En paralelo, la empresa estatal de agua y cloacas, Aysa, está invirtiendo unos 1.600 millones de pesos en 13 obras de cloacas. A eso se suma el disputado Metrobus en el que el Ministerio de Transporte de Guillermo Dietrich invirtió 1.700 millones de pesos y el centro de trasbordo que esta semana inauguró el presidente Mauricio Macri, junto a Vidal y Magario, por unos 340 millones de pesos. Son las dos obras más impactantes desde lo visual en el distrito, según confiaron dirigentes locales a PERFIL.
La importancia electoral de La Matanza no sólo se descubre por la inversión económica multimillonaria que destina el gobierno nacional para reforzar sus chances, sino por la frecuencia con la que, tanto la gobernadora como el Presidente y la ex presidenta, visitan el municipio para inaugurar obras o dialogar con los vecinos. Casualmente ayer, Cristina Kirchner estuvo en el Hospital Materno Infantil Teresa Germani, se reunió con médicos, enfermeros y empleados, y criticó al PRO por no haber finalizado las obras de ese hospital.
Si el eje de campaña del kirchnerismo en la Provincia es la crítica a la política económica, en La Matanza ese discurso se profundiza. Tanto Magario, que encabeza la lista de concejales, como el ex intendente Fernando Espinoza, que va de tercer diputado nacional, hacen hincapié en el cierre de comercios, en el desempleo y en las dificultades que tiene la clase media para ordenar sus gastos. “Antes la gente se endeudaba para viajar al exterior, ahora lo hace para ir al supermercado”, dijo Espinoza en diálogo con PERFIL.
Unidad Ciudadana, el espacio de CFK, cree que tiene asegurado el voto de los sectores humildes del municipio, que son mayoría. Y no se resigna a conquistar algún apoyo en la clase media, donde está más fuerte Cambiemos.
El espacio macrista apostó para esta elección local a una figura de extracción peronista, que viene del massismo, el ex diputado nacional Miguel Saredi, que se postula a primer concejal. Pero tiene otros dirigentes que recorren el distrito para fortalecer la marca. Ayer, por ejemplo, estuvo timbreando en La Tablada el flamante ministro de Educación nacional, Alejandro Finocchiaro, a quien Vidal quiere para la intendencia en 2019.
Encuestas. La consultora Analogías, cercana al kirchnerismo, acaba de terminar una encuesta con la mira en las internas que coloca a Unidad Ciudadana en La Matanza con 46 puntos contra 28,6% de Cambiemos. Una medición de Aresco, anterior, sostiene que el kirchnerismo saca una diferencia mayor en el distrito.
‘Desencanto’ matancero
El ex intendente de La Matanza Fernando Espinoza advirtió que Unidad Ciudadana será el espacio que canalice el “voto útil” contra Cambiemos. Incluyó en esa lista, en diálogo con PERFIL, no sólo a los que siempre acompañaron al kirchnerismo, sino también a los ciudadanos que votaron a Mauricio Macri pero que hoy se sienten “desencantados”. “En agosto y octubre va a haber un voto de advertencia al Presidente. Así no se puede seguir”, declaró el matancero, que se postula a tercer candidato a diputado nacional en la lista de Cristina Kirchner. Con eje en los problemas de la economía y esquivando la discusión de la corrupción, el dirigente de Unidad Ciudadana alertó que las ventas en los comercios de La Matanza cayeron un 50%, lo que implica “que los comerciantes tuvieron que despedir gente y algunos locales cerraron”.
En diálogo con este diario, Espinoza confirmó la estrategia kirchnerista de salir a buscar también el voto de la clase media, tal como anticipó PERFIL en su edición de ayer. “Hoy mucha gente dejó de pagar una cochera para su auto y lo deja en la calle para ahorrar”, graficó. También criticó al ex ministro de Educación Esteban Bullrich, que compite por el Senado contra Cristina Kirchner. A su entender, será la política económica lo que hará que en la provincia de Buenos Aires pierda el Gobierno.