A pocas horas de la misa inaugural del pontificado del Papa Francisco, el gobierno argentino salió a desmentir la información sobre un supuesto "dossier" sucio para dejar afuera de la carrera papal al entonces cardenal Jorge Bergoglio.
El embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero, desmintió el contenido de las notas publicadas en El Cronista, donde se lo acusaba a él (entre otros) de filtrar información basada en notas del periodista Horacio Verbitsky por supuesta complicidad con la dictadura militar.
En una carta enviada al diario La Nación, Cafiero señaló: "Es absolutamente falso todo lo que dice Román Lejtman tanto en la nota salida ayer, como en la de hoy. Es un relato absurdo y cualquiera que conoce cuestiones del Vaticano puede darse cuenta. Es todo una fantasía". "Ante semejantes mentiras me siento muy débil y desconcertado... Es un intento de dañar el trabajo de nuestra embajada", lamentó.
Ayer, el secretario de Derechos Humanos bonaerense, Guido Carlotto, descartó las acusaciones y aseguró que se trata "es una locura, un cosa inventada". "Mi hermano y yo -porque no sabemos a cuál de los dos se refiere- no tenemos nada que ver con esto. Leí la nota y me tenté de la risa, me causó mucha gracia", aseguró Carlotto ante Perfil.com.
Según publicó hoy El Cronista, antes de que el papa Francisco se reuniera con la Presidenta, la embajada argentina hizo gestiones ante la Oficina de Prensa de la Santa Sede para que desmintiera con un comunicado, pero que la respuesta de parte de la Santa Sede fue un rotundo "no".