Familiares de los suboficiales asesinados el viernes pasado en una dependencia de la policía bonaerense insistieron hoy en reclamar "justicia", pero manifestaron discrepancias respecto de una marcha que se realizará mañana para reclamar castigo a los culpables. El hermano de una de las víctimas descartó la versión que indica que el crimen haya sido cometido por policías exonerados, ya que "la vieja policía tenía códigos".
Oscar Díaz, hermano del sargento Pedro Díaz, confirmó a radio Continental que mañana a las 18 se realizará una marcha en La Plata, desde la plaza Moreno hacia la Casa de Gobierno, "en reclamo de justicia".
"Vamos a marchar para demostrar el terrible dolor de una cosa inconcebible, de una masacre. Nosotros lo sentimos así. Sabemos que la sensación es que los derechos humanos están para los delincuentes y no para la sociedad", sostuvo.
Consultado sobre cuál cree que fue el motivo por el cual su hermano y otros dos suboficiales fueron asesinados, Díaz destacó que "hipótesis hay muchísimas. En lo personal, creo que el hecho de acusar a los policías exonerados no es lógico. En un asalto, un policía exonerado puede llegar a matar a otro policía, pero nunca atacarlo con esa saña". "La vieja policía tenía códigos", razonó.
Además, el hombre descartó que su hermano haya estado involucrado en el desbaratamiento de una banda de piratas del asfalto porque recientemente regresaba de sus vacaciones.
"Mi hermano recién volvía de las vacaciones. No intervino en ningún tipo de desbaratamiento de banda. Lo único que hizo fue ponerle las esposas a unas personas que habían sido apresadas. No intervino en ningún tipo de procedimientos", explicó Oscar Díaz.
"Desde mi ignorancia, creo que la finalidad no fue tanto el robo (de las armas) sino un golpe llamativo que hiciera resonancia social como ha sido hasta ahora", dijo.Asimismo, dijo que "el estado en que se encuentra esa unidad (la planta transmisora de la policía bonaerense) es de desamparo, como muchos lugares. Es un campo abierto, no hay una terrible seguridad, no hay un control".
Díaz resaltó que ese predio "estaba tomado como un campo de descanso para ellos, por la tranquilidad que había en ese lugar. Se tomaba como un predio abandonado".
Salvador Vatalaro, padre de Alejandro, de 27 años, dijo haber sido recibido "muy bien" ayer por el gobernador Felipe Solá, y afirmó que tanto él como su esposa "a la marcha no vamos a ir".Vatalaro ratificó a radio FM Identidad que "queremos que la Justicia descubra lo que pasó", y reclamó que el asesino de su hijo "tiene que estar muerto".
Su esposa Graciela, en tanto, comentó a radio América estar " muy agradecida" con Solá, y pidió "apoyo para la Policía".
"Cuando un policía tiene que reprimir, y uno ve por televisión que les tiran piedras, los periodistas los enfocan y dicen 'miren cómo reprime la policía', pero no muestran a los otros", se quejó.
Graciela indicó que "no toda la Policía es mala. Mi hijo era un sol, era un orgullo para él usar el uniforme".
Fuente: DyN y Télam