A dos años de su muerte, el oficialismo homenajeó ayer al ex presidente Néstor Kirchner con varios actos y una marcha al mauseleo construido en su honor en Río Gallegos, donde estuvo ausente el gobernador santacruceño, Daniel Peralta, como consecuencia de las diferencias políticas que atraviesan al oficialismo provincial.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que llegó el viernes a Santa Cruz, se mantuvo ayer fuera de las cámaras. Allegados a la mandataria aseguraron que se acercó al mausoleo anteanoche, en forma discreta y junto a sus hijos, Máximo y Florencia. Ninguno de los tres estuvieron presentes en las convocatorias realizadas por el Frente para la Victoria, ni otro familiar cercano al ex presidente.
La crisis política en Santa Cruz se coló en las definiciones de los kirchneristas más puros y el gobernador Daniel Peralta estuvo ausente en todos los homenajes. Sí dio el presente el vicegobernador, Fernando Cotillo, enfrentado a Peralta, quien mantiene una pelea feroz con la Presidenta, su hijo Máximo y la mayoría de los intendentes y diputados de la provincia.
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