El juez Juan Pablo Chirinos, que investiga la muerte del gobernador de Río Negro Carlos Soria, admitió hoy que siente "muchísima presión" especialmente "para detener" a la esposa del mandatario, Susana Freydoz, la única imputada en el caso.
"En este caso hay muchísima presión para detener a la señora Freydoz. La gente pide que se la detenga, no se sabe bien para qué y el fiscal ni siquiera solicitó" esa medida, expresó.
El juez afirmó, en declaraciones a Radio Continental, que siente esa presión "caminando por la calle", pero "lo más complicado son las presiones internas, desde dentro del Poder Judicial", manifestó.
En ese sentido, aseguró recibir "llamadas dentro del Poder Judicial, diciendo 'bueno qué estás haciendo, cómo viene la mano'", pero evitó mencionar si procedían de sus superiores jerárquicos y, en cambio, dijo que, en ocasiones, esa presión la ejercen sus "propias empleadas" del Juzgado que esperan "saber cómo está la causa".
La esposa de Soria estaba siendo sometida hoy a pericias psiquiátricas por parte del especialista Carlos Rizzo y un perito de parte. El fiscal Miguel Fernández Jahde pidió al juez que las pruebas científicas para determinar la distancia y el sentido del disparo, así como la posición de la víctima y la del agresor, será realizado sea encomendado a un laboratorio forense de la provincia de Salta.
Chirinos dejará el jueves próximo la causa Soria, ya que la tomará otro juez subrogante hasta que el lunes venidero se encargue el magistrado a quien le tocó por sorteo el caso, Emilio Stadler.
También aclaró que hasta ahora la estrategia de los abogados de Freydoz es alegar la "inimputabilidad" de la mujer a causa de su estado mental y admitió que "en este momento es la única (figura legal) que la dejaría fuera de la cárcel", pero advirtió que se trata de "una defensa bastante difícil de probar".
En cambio, aclaró, si se constatara que la mujer actuó bajo un estado de "emoción violenta", según lo que establece el Código Penal para el homicidio agravado por el vínculo, le correspondería una pena de prisión de "10 a 25 años".
Por otra parte, justificó su visita el sábado último a la esposa de Soria, quien permanece en la casa de una hermana en la localidad de Allen, en la necesidad de hacer "una diligencia, que era pasar por el pianito, tomar las huellas digitales" de la mujer, dijo.
Asimismo, Chirinos reiteró que "el lío más grande de esta causa" no es la posibilidad de que Freydoz se fugue "sino que atente contra su propia vida", informó la agencia DyN.