El juez Ernesto Marinelli tomó declaración a Jorge Lanata y Joaquín Morales Solá. Es importante compartir sus testimonios.
Lanata: “Desde 1987 dirigí varios medios, en todos ellos he recibido publicidad estatal en distintos porcentajes; frente a notas críticas publicadas (...) he sufrido el quite de publicidad con diversos resultados. Durante la época de Alfonsín se manejaba en Télam una mesa de dinero que depositaba algunas de las cuentas de la publicidad oficial, especulaba con el interés inflacionario de esas cuentas y dilataba los pagos. Supe en aquel momento por terceros que algunos medios se habían opuesto a participar de esa mesa y se les había retirado la publicidad.
“Durante la época de Menem hubo varias denuncias sobre manejo discrecional de la publicidad. En Página/12, en su oportunidad, hicimos público ese hecho, y el gobierno decidió retirarnos completamente la publicidad. Yo publiqué una preforma en el diario instando a los directores a denunciar ante la Justicia al Poder Ejecutivo. En pocos días se formularon en Tribunales cientos, quizá miles de denuncias formales y el PE dio marcha atrás (...).
»Si el objetivo de la publicidad es difundir los actos de gobierno, debería guardarse algún tipo de correlación entre la circulación de los medios y el volumen de ésta. Yo ejerzo el periodismo desde los 14 años, tengo 46, y nunca vi el grado de sujeción de los medios al Gobierno utilizando como elemento de presión la publicidad como ahora, excepción hecha de las dictaduras. Vaya usted a un quiosco de revistas y podrá advertir lo arbitrario de esta distribución. Medios cuya circulación ni siquiera está certificada, por lo que puede presumirse que es baja, tienen decenas de páginas de publicidad estatal. Revistas vinculadas con el poder tienen mucha publicidad estatal o de empresas que participan de licitaciones en las que el Estado decide. El monto de la publicidad se corresponde con determinados acuerdos políticos, no escritos pero evidentes.
»Sugiero que el Tribunal escuche la declaración de algunos vendedores de publicidad porque considero importante cómo se compra y cómo se vende la publicidad estatal, porque en muchos casos existen ‘retornos’ a segundas líneas del Gobierno para recibirla. Me parece que una manera de probar la parcialidad en la distribución sería analizar un período X de cada medio, observar la línea editorial en general, advertir qué noticia se omitió y preguntarse por qué, y como contrapartida, ver qué noticias priorizó y preguntarse lo mismo. La parcialidad en la distribución no debe verse solamente como un problema económico, que lo es, sino como un método directo de alterar el contenido (...).
MORALES SOLA Y LANATA. declararon ante el juez confirmando la persecución que padecen PERFIL y La Nación.
»El secretario de Medios ha caracterizado a las publicaciones de Editorial Perfil como ‘enemigas’ en un reportaje. Por la información que nosotros manejamos, uno de los objetivos en la política de medios del Gobierno es eliminar a Noticias y a PERFIL. La revista 7 Días, en la que por lo que sé hay intereses de algún funcionario, desconozco cuál, ha hecho una campaña muy fuerte de descrédito contra Fontevecchia. Si se observan las ediciones de 7 Días desde que salió hasta hoy, tiene dos enemigos claros, Macri y Fontevecchia. Como noticias que no vienen a cuento de nada de actualidad, pero que sin embargo son la tapa de la edición. 7 Días no tiene una gran circulación, pero lo importante es que ocupa las carteleras públicas propiedad de (Enrique) Albistur, de modo que, más allá de la revista en sí, cada nota dura varios días más en los carteles. En realidad, es una campaña de acción psicológica bastante torpe.
»El Presidente, titular del Poder Ejecutivo, tiene una conflictiva relación con la prensa, no da conferencias de prensa, casi no da entrevistas, ataca públicamente a medios y periodistas con nombre y apellido, de modo que resulta verosímil esta conducta discriminatoria (...) respecto de PERFIL y las revistas Noticias y Fortuna, porque son unos de los pocos medios que (informan) con independencia.
»He escuchado comentarios por terceros no vinculados con PERFIL de la existencia de llamados de funcionarios del área (del ministro Julio De Vido) a empresas privadas sugiriéndoles levantar su publicidad en estos medios.
»La discriminación en la pauta oficial no sólo afecta a PERFIL y a Noticias, sino también a otros medios. Está el caso del diario La Nación, que recibe una cantidad de pauta oficial igual a la de Página/12, cuando esta última tiene veinte veces menos lectores. Editorial Perfil es líder del mercado de revistas, y en cuanto al diario, PERFIL vende 90.000 ejemplares los domingos, y Página/12, 14.000”.
Morales Solá: “Creo que hay una política (...) para premiar a los amigos del Gobierno en los medios y para castigar a quienes no son amigos (...), creo PERFIL es el único medio, en Capital, que no recibe ni un solo peso del Gobierno en publicidad. El standard mundial es darles mayor publicidad oficial a aquellos medios con mayor venta (...); la discriminación se debe a la actitud crítica que tuvo PERFIL respecto del gobierno del presidente Kirchner (...). La actitud del Gobierno se debe a que no quiere aparecer cediendo frente a reclamos formulados por distintas organizaciones periodísticas como la SIP y Adepa (...). Existe una decisión política no hecha pública o secreta de no darle publicidad (...). El ejecutor de esta política, por razones orgánicas, es el secretario de Medios (Enrique) Albistur. La decisión política corresponde al Presidente (...) y al jefe de Gabinete (...). Lo deduzco de la posición política que ocupan y me consta por la información que obtengo en mi tarea (...).
»(Tengo)versiones de que importantes anunciantes han recibido presiones para no publicar sus anuncios en los medios de la Editorial (...). Hay una desproporción con el volumen de venta que tienen La Nación y Clarín en relación con Página/12. Página/12 recibe proporcionalmente más publicidad oficial que aquellos medios en relación con los volúmenes de ventas respectivos. El más perjudicado sin duda es Perfil: nunca he sabido de ningún diario que se haya financiado sólo con el precio de venta. La Nación recibe menos publicidad de la que le correspondería en razón del volumen. Desde esta perspectiva, considero que es perjudicado”.