POLITICA
Diario Perfil

El kirchnerismo se esfuerza por demostrar que cuando Néstor habla, Cristina se fortalece

Desde el oficialismo dicen que podría haber más cambios en el Gabinete. La oposición pide dejar gobernar a la Presidenta.

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| Cedoc

El espacio de poder en el Gobierno se reduce y se concentra en las manos del ex presidente Néstor Kirchner. El santacruceño avanza en el rearmado del Gabinete y retoma el mando con el arma del liderazgo del Partido Justicialista. La salida del ex ministro de Economía Martín Lousteau coincidió, jueves y viernes, con la reaparición pública de Kirchner y dos explosivos discursos de confrontación y reafirmación del modelo. También coincidió con el traslado del ex mandatario desde las periféricas oficinas de Puerto Madero a la Quinta de Olivos. Cristina optó por el silencio. La teoría del doble comando llega a su fin. Desde la asunción de la presidenta Fernández, muchos aliados del kirchnerismo siguen refiriéndose al Pingüino como “Presidente”.

Avanza el kichenrismo puro. Ayer, el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, reconoció que “es posible” que haya más cambios de ministros, luego de la asunción de otro incondicional, Carlos Rafael Fernández, en la cartera de Economía, mientras los rumores sobre el alejamiento de Alberto Fernández de la Jefatura de Gabinete se fortalecen a pasos agigantados, y Guillermo Moreno consolida su cuota de poder.

El oficialismo salió a remarcar que Néstor no gobierna en la penumbra. El jefe del bloque del Frente para la Victoria (FPV), Agustín Rossi, tuvo necesidad de aclarar que “cada vez que Kirchner habla, consolida el poder de Cristina”. Lo dijo ayer, mientras el resto del espectro político y el campo salían a pedir que “dejen gobernar a Cristina”.

El pingüino Carlos Zannini, secretario Legal y Técnico de la Presidencia, suena como posible sucesor de Alberto F. “Alberto es celoso, fue y es una barrera para acceder a Néstor y a Cristina”, se queja un asesor ligado al sector del ministro de Planificación, Julio De Vido, quien mantiene una desgastante interna con el jefe de Gabinete. Las especulaciones sobre el regreso de Kirchner llegaron esta semana hasta la versión de que podría camuflarse retirando al “agotado” Fernández y ocupando su cargo. Sin embrago, Néstor volvió al centro de la escena y dejó a Cristina opacada por sus demostraciones de fuerza, con la estructura pejotista detrás.

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