El Gobierno avanzará con el intento de ocupar una de las cinco vacantes de la Cámara de Casación Penal –el máximo tribunal penal del país– con el ex ministro de Justicia bonaerense Carlos Mahiques. El juez, que actualmente se desempeña en el fuero ordinario, pretende reemplazar a Pedro David, integrante de la Sala II, que renunció por tener más de 75 años.
El Consejo de la Magistratura deberá definirlo el jueves que viene. Pero cinco de los ocho miembros de la Casación están en contra de la maniobra, no por el nombre, sino por la forma, que, según ellos, no es la correcta. Ocurre que Mahiques no cumpliría los requisitos para el reglamento de pases dentro del Poder Judicial, y además hay otros dos hechos que cuestionan los camaristas: el aspirante fue ministro de María Eugenia Vidal y es padre del representante del gobierno nacional en el Consejo de la Magistratura.
Uno de los camaristas le dijo a PERFIL que hay un tercer factor para tener en cuenta en la jugada del oficialismo. La Sala II de la Cámara de Casación dispone sobre todo lo que tenga que ver con el caso Odebrecht, que podría involucrar –de acuerdo a las denuncias previas– al macrismo.
Sin embargo, después de dos reuniones acaloradas, y con discusiones subidas de tono, los jueces no se animaron a rechazar formalmente el pedido de Mahiques, pero sí solicitaron que el Consejo de la Magistratura resolviera los concursos que ya fueron realizados para completar las vacantes del tribunal y que están pendientes desde hace tres años.
Los encargados de solicitar el avance de los concursos vigentes fueron Angela Ledesma, Gustavo Hornos, Mariano Borinsky, Ana María Figueroa y Alejandro Slokar. Los que votaron a favor de la incorporación de Mahiques fueron la presidenta Liliana Catucci y los camaristas Eduardo Riggi y Juan Carlos Geminiani.
Los camaristas destacan, sin embargo, a Mahiques y lo ponen a un lado de la discusión. Afirman que es un reconocido jurista. Su currículum indica que se recibió de abogado en La Plata, que obtuvo doctorados en Argentina y el exterior y que actualmente ocupa un cargo de juez en la Cámara Nacional y Criminal de Casación Penal en la Ciudad de Buenos Aires. Hay quienes creen que es precisamente su trayectoria lo que alimenta las peleas internas.
La Cámara de Casación Penal Federal resuelve sobre los casos de corrupción y narcotráfico. Es la máxima instancia penal del país. Está, en ese sentido, por debajo de la Corte Suprema, pero por encima de todas las otras instancias.
Hace dos semanas, la Cámara resolvió sobre un tema sensible. El director de Odebrecht pedía que se anulara la investigación vinculada al soterramiento del Sarmiento porque los presuntos hechos habían ocurrido hace más de diez años y debía declararse la prescripción. Pero Casación rechazó el planteo.
Hay antecedentes de jueces que pasaron de fuero en las mismas condiciones que pretende hacerlo ahora Mahiques. Uno de ellos es reciente pero terminó judicializado: se trata del caso de Juan Manuel Culotta, propuesto por el oficialismo para ocupar el juzgado federal con competencia electoral de La Plata. Culotta viene del juzgado ordinario de Tres de Febrero.