POLITICA
disputa provincial

El massismo se complicó en su primera pulseada legislativa

No lograron imponer su agenda en el parlamento bonaerense. Una sesión terminó en fracaso. Alarma por el futuro en el Congreso.

Tropiezo. Los seguidores de Sergio Massa se enredaron en una discusión con el sciolismo.
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En las últimas semanas, Sergio Massa, no pudo instalar la agenda que pretendía en la campaña electoral y, en cambio, se prestó a una pelea con el sciolismo en la Legislatura bonaerense que invadió la escena electoral y encendió luces de alerta frente a los desafíos que lo esperan en la Cámara de Diputados de la Nación.

“Massa marca agenda”, fue la frase que cada uno de los dirigentes que responden al candidato del Frente Renovador buscó instalar luego de que el Gobierno nacional anunciara la suba del mínimo no imponible de Ganancias. No sólo pretendieron capitalizar el anuncio, sino también quisieron recuperar la iniciativa perdida durante la campaña y salir de la pelea verbal, pero lo consiguieron a medias. Todo se complicó luego en la Legislatura bonaerense. Allí se enredó en una riña con el sciolismo en el debut de su bloque tras las elecciones internas del 11 de agosto. Y terminó en una sesión trunca por falta de quórum.

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En el medio, el sciolismo acusó a Massa de ser socio de Mauricio Macri y de tener como cerebros a Juan José Alvarez y Luis Barrionuevo. Desde el massismo respondieron que los jefes de Scioli son Luis D’Elía, Guillermo Moreno y Martín Sabbatella. En una escalada en las respuestas, lo llamaron “el rey de la inseguridad” y lo acusaron de tener una provincia fundida.

El intendente de Tigre no le perdona a Scioli el haber llevado hasta el día anterior al cierre de listas la posibilidad de un acuerdo y menos, pocas horas después, el haberse convertido en protagonista y liderar la campaña del Frente para la Victoria.

Desde el sciolismo saben que nunca le fue bien a quien se quiso pelear con Scioli y recuerdan como el ejemplo más cercano la batalla que el kirchnerismo libró con él un año atrás. Por ello, distintos funcionarios y legisladores que responden al gobernador se encargaron de meterlos en la pelea, algo que Massa no pudo evitar.

Sin embargo, el massismo mira encuestas y responde que la imagen del gobernador bonaerense ya no es impenetrable. Según estos números, la gestión es fuertemente cuestionada en las áreas de seguridad, salud y educación. A diferencia de meses anteriores, cuando las críticas a la gestión no calaban en la imagen del gobernador, los últimos números demuestran lo contrario.

El jueves, el bloque de Massa en el Senado bonaerense intentó ganar nuevamente los medios con el debate de la policía comunal. La creación de esta nueva fuerza fue eje en la campaña anterior a las internas y, por ello, el massismo buscó demostrar que pretende ser debatido y quien no quiere discutirlo es el oficialismo.

Pero no todo salió como pretendían: el kirchnerismo volvió a hablar de la intención del Frente Renovador de “afectar la gobernabilidad”. Esto quedó lejos del pedido del propio Massa a sus legisladores de no obstaculizar leyes hasta el 27 de octubre que instale en la campaña la idea de un golpe institucional.