La devaluación más importante desde 2002 y el giro en la política cambiaria del Gobierno modificaron el escenario para las negociaciones salariales de 2014.
Las CGTs, tanto la oficial como las opositoras, ya habían planteado que estas paritarias incluirán “cláusulas gatillo” que permitan ajustar el salario cada tres meses por la escalada inflacionaria. La disparada del dólar oficial esta semana y la decisión del Gobierno de poner fin al cepo al dólar agudizaron ese escenario.
Los gremios temen que la liberación del cepo dispare aún más el valor del dólar oficial y genere una pérdida mayor del poder salarial.
“Nunca tendrían que haber puesto el cepo; tendrían que haber parado la inflación. Esto será un escenario nuevo para las paritarias”, dijo ayer a PERFIL Héctor Daer, número dos del gremio de Sanidad. El dirigente, que fue electo diputado por el Frente Renovador de Sergio Massa agregó: “El Gobierno llevó el dólar a estos valores con el cepo, y ahora decide que el mercado va a decidir el valor de la divisa. Vamos a ver a cuánto lo llevan”.
El diputado kirchnerista Héctor Recalde salió ayer a rebatir lo que creen la mayoría de los sindicalistas, oficialistas y opositores. Recalde, que fue un histórico abogado de la CGT, advirtió que hay que “tener cuidado con las expectativas que se generan” en torno a las paritarias “porque influyen en la economía y hay que entender que si al Gobierno le va mal, le va mal a todos”.
En un reportaje concedido a la agencia DyN, Recalde precisó: “Yo comprendo desde el llanto de los empresarios hasta los gritos de los dirigentes”. Luego se negó a hablar del porcentaje promedio en el que rondarán las negociaciones paritarias este año.
“Los que tenemos ingresos fijos, como los trabajadores y los jubilados, quedamos patas para arriba con este nuevo escenario”, lo contradijo Daer. “El fondo de la cuestión es la inflación. La devaluación afecta los salarios y las jubilaciones porque afecta los precios de las comodities, que son básicamente los alimentos”, agregó el dirigente.
Si bien Daer hoy está enfrentado al Gobierno, varios dirigentes de la CGT oficial, alineados con el oficialismo, piensan como él, pero lo dicen en voz baja. Creen que el nuevo acuerdo de precios “no servirá de nada” y que la medida no podrá parar la inflación. Menos aún con este nuevo escenario.
