Organizar una cumbre presidencial internacional no es soplar y hacer botellas, y la seguridad del evento es crucial. Eso lo saben bien más de 2.000 sanjuaninos, que ahora se ven inmersos en una especie de "gran hermano" en su propia ciudad mientras se desarrolla la Cumbre del Mercosur.
Más de 6.000 personas fueron "censadas" para poder circular por la zona del Centro Cívico de San Juan, donde tiene lugar la cumbre: debieron entregar sus datos personales y huellas digitales. Y para que su acreditación sea aprobada, debieron contrastar sus datos y antecedentes con los controles de Cancillería, Presidencia de la Nación, Policía Federal, Policía de San Juan y la Interpol.
Esta rutina es una costumbre para las 4.000 personas que asisten a la cumbre. Pero no tanto para los 2.111 sanjuaninos que debieron ser censados sólo para poder circular por la zona, incluso si viven o trabajan ahí, informó el Diario de Cuyo .
"Si a alguna persona se le detectó, por ejemplo, antecedentes penales, su pedido de acreditación fue rechazado", dijo un miembro de Cancillería al matutino.
El problema fue que la cantidad de aprobaciones necesaria para entregar las acreditaciones generó grandes demoras y molestias, especialmente entre los "ciudadanos": vecinos que viven en las zonas valladas, y comerciantes y empleados que trabajan en la zona. También fueron registrados unos 530 vehículos. Así, hasta las 20 de hoy, ninguna persona podrá pasar por la zona sin acreditación.