La quiebra de la empresa Correo Argentino en 2003, en manos de la familia Macri, fue el inicio de la obra cultural más importante que dejará el gobierno kirchnerista.
En aquel entonces, el edificio del antiguo correo pasó a manos del Ministerio de Economía de la Nación, encargado de administrar los bienes del Estado. Su ministro, Roberto Lavagna, resistió el pedido de varias carteras de instalar sus oficinas allí, hasta que meses más tarde se decidió construir una importante obra que sería inaugurada en el Bicentenario argentino.
La idea fue presentada por el propio Lavagna y el entonces jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman. Para conocer la viabilidad de la reforma, ambos dirigentes contactaron al arquitecto chino-estadounidense Ieoh Ming Pei, reconocido como “el maestro de la arquitectura moderna”.
Allí mismo, ante la posibilidad de que Pei se hiciera cargo de los trabajos sin llegar al concurso, comenzó la polémica sobre esta obra. Pero tras semanas de controversias, la transformación del edificio quedó en manos del estudio B4FS, de los arquitectos Bares.
Esta obra, que en 2006 se inició con una inversión de $ 925.799.107, no debía ser un problema presupuestario para el matrimonio Kirchner. Néstor y Cristina habían pensado que la remodelación de este emblemático edificio podría estar a cargo de los reyes de España como obsequio del Bicentenario.
En 1910, más de cien años atrás, la infanta Isabel había honrado a la Argentina con el monumento Carta Magna y las Cuatro Regiones Argentinas (conocido como el Monumento de los Españoles) emplazado en las calles Libertador y Sarmiento en la Capital Federal, por lo que el matrimonio presidencial esperaba un nuevo gesto para el segundo centenario de la Revolución de Mayo.
Sin embargo, quienes fueron parte de trasladar la propuesta contaron a este medio que los cortocircuitos de la Casa Rosada con España no permitieron avanzar en un acuerdo, por lo que el costo (según algunos cálculos supera los $ 3.000 millones) debió ser financiado por el gobierno nacional.
La ausencia de Macri
Luego de la inauguración del Centro Cultural Néstor Kirchner, surgió la polémica por la ausencia de algunas de las personalidades de la política. En particular la del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. En este sentido, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, salió al cruce: “Todo el espectro político fue invitado, incluido Macri”. El acto inaugural incluyó a gran parte de la cúpula oficialista, aunque los referentes de la oposición no se hicieron presentes. La ausencia de Macri despertó dudas sobre si el líder del PRO declinó la invitación o nunca la recibió, por lo que Fernández aclaró: “Como han sido invitados todos los jefes provinciales, fue invitado el jefe de la Ciudad Autónoma, que no es una provincia”.