POLITICA

El rápido crecimiento de los patrones de Jaime

Se trata de la empresa constructora Concor, en Córdoba. El ex funcionario figura como su empleado, como reveló PERFIL. Galería de fotos

Pasado mejor. Jaime, en 2009 en Córdoba, cuando estaba al mando de la cartera de Transporte.
| Cedoc

Esta semana Ricardo Jaime evitó la cárcel, pero sumó otro problema. La nueva controversia se refiere a su último empleo en el sector privado. El ex secretario de Transporte trabaja para una pequeña empresa constructora, que hacía negocios en la provincia de Córdoba y que –de un día para el otro– fue contratada en los trenes metropolitanos de Buenos Aires.

El domingo pasado, PERFIL informó que el ingeniero aparece como empleado de Concor SRL, una sociedad que hizo obras ferroviarias en el Ferrocarril Roca. En 2012, la compañía instaló un “cerco de seguridad” y remodeló los andenes de la estación Avellaneda. Ahora, este diario revela que en ese mismo ramal le otorgaron otra tarea: construir depósitos de materiales para talleres, ubicados en la ciudad de Llavallol.

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La empresa también consiguió contratos millonarios del Gobierno cordobés, donde tanto Jaime como su hermano fueron funcionarios. Ricardo fue viceministro de Educación de José Manuel de la Sota. Y el caso de Roberto es más interesante, porque fue director de Vialidad provincial, la oficina que tiempo después contrataría a esta sociedad.

Concor fue creada hace ocho años, el 3 de octubre de 2005. Los fundadores eran dos jóvenes comerciantes, Fabián Reggio y Karina D’Ascenzi. Está en la localidad de La Calera, cerca de Córdoba capital, que se caracteriza porque en los últimos tiempos se construyeron numerosos barrios cerrados. Precisamente, la firma hizo sus primeros trabajos en los countries de la zona.

Pero algunos de los negocios más importantes vendrían del gobierno manejado –en los papeles o en las sombras– por el peronista José Manuel de la Sota. En esos tiempos, “el Gallego” tenía una excelente relación con Jaime. Era su nexo con la Casa Rosada. A través de él, en las elecciones de 2007 consiguió que la Presidenta respaldara a su delfín, Juan Schiaretti. A cambio, el ex basquetbolista Héctor “Pichi” Campana fue el compañero de fórmula. Con Schiaretti en el cargo, la provincia le otorgó a Concor un trabajo importante: una “obra básica de enarenado” en la Ruta Provincial Nº 2. Más específicamente, el tramo que conduce hasta el pueblo de Silvio Pellico. El gobierno cordobés se demoró con el pago, pero en julio de 2012 autorizó abonarle un “anticipo financiero” millonario: $ 1.723.166,03.

El contratista de esa obra fue la Dirección de Vialidad provincial. Unos años antes, esa dependencia había sido manejada por el hermano de Jaime, quien se desempeñó allí y después –en 2007– fue ascendido a subsecretario de Obras Públicas. Su jefe era Hugo Atilio Testa, que todavía ocupa el puesto de ministro de Planeamiento de Córdoba.

Testa fue el responsable de otro emprendimiento donde participó Concor. En el año 2011 se demolió la Casa de las Tejas, la ex sede de gobierno provincial, donde no se hicieron licitaciones “para ganar tiempo y dinero”. La empresa fue subcontratada para trasladar escombros a lugares más alejados. Pocos meses después vendrían los negocios ferroviarios, y el ex funcionario kirchnerista más sospechado de corrupción sería su empleado.