La sangre del crímen de los empresarios que aparecieron masacrados en un descampado de General Rodríguez sigue salpicando de manera indirecta los zapatos del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Ya fue oportunamente destacado que la droguería de Sebastián Forza (con 13 causas judiciales) aportó 200.000 pesos a la campaña oficialista, y ahora se supo que el suicidado Ariel Vilan también puso mucho dinero para apoyar la candidatura de Cristina.
La suma exacta que Vilan depositó puso en manos kirchneristas fue de 160.000 pesos. La droguería Unifarma SA, con CUIT 30-70865694/8, de la que Vilan era gerente desde los primeros meses de 2007, cubrió esa suma en dos pagos, el primero 60 mil pesos, y el otro de 100.000 pesos.
La relación de Vilan con Unifarma había comenzado en 2004, pero fue en 2007 cuando llegó a la gerencia. Las versiones que lo sindican como un testaferro de Forza se apoyan en que, incluso, el suicidado Vilan usaba como propio un vehículo que estaba a nombre de Forza.
Desde la Coalición Cívica ya pusieron el tema de los generosos aportes hechos a la campaña K desde el sector farmacéutico en manos judiciales. Quieren que se “investigue si existió algún tipo de metodología recurrente en la conformación de la recaudación de fondos para la campaña de Cristina Kirchner”. Hay un dato curioso: el 22,6% de los aportes recibidos para la campaña de la Presidenta provienen de los sectores de farmacias y salud. Por eso la oposición reclama que el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, la ministra de Salud, Graciela Ocaña, y el superintendente de Servicios de Salud, Héctor Cappacciolli (considerado el “recaudador” del kirchnerismo) expliquen el origen de los fondos de la campaña oficialista.
La suma exacta que Vilan depositó puso en manos kirchneristas fue de 160.000 pesos. La droguería Unifarma SA, con CUIT 30-70865694/8, de la que Vilan era gerente desde los primeros meses de 2007, cubrió esa suma en dos pagos, el primero 60 mil pesos, y el otro de 100.000 pesos.
La relación de Vilan con Unifarma había comenzado en 2004, pero fue en 2007 cuando llegó a la gerencia. Las versiones que lo sindican como un testaferro de Forza se apoyan en que, incluso, el suicidado Vilan usaba como propio un vehículo que estaba a nombre de Forza.
Desde la Coalición Cívica ya pusieron el tema de los generosos aportes hechos a la campaña K desde el sector farmacéutico en manos judiciales. Quieren que se “investigue si existió algún tipo de metodología recurrente en la conformación de la recaudación de fondos para la campaña de Cristina Kirchner”. Hay un dato curioso: el 22,6% de los aportes recibidos para la campaña de la Presidenta provienen de los sectores de farmacias y salud. Por eso la oposición reclama que el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, la ministra de Salud, Graciela Ocaña, y el superintendente de Servicios de Salud, Héctor Cappacciolli (considerado el “recaudador” del kirchnerismo) expliquen el origen de los fondos de la campaña oficialista.