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El valijero Claudio Uberti, hoy: de Antonini al country VIP (con derroche de dólares, peleas y escraches)

Vive en una casona que no declaró ni puede justificar. El insólito gasto con su piscina y los roces con los vecinos. Galería de imágenes. Galería de fotos

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| Cedoc

Los miembros del exclusivo country CUBA de Fátima, en Pilar, recién reconocieron a su vecino, el comprometido Claudio Uberti, cuando estalló el Valijagate. Hasta ese momento, era uno más.  Un simple funcionario con perfil bajo que se la pasaba hablando por celular y que tenía muchos caprichos de "nuevo rico".

Aún recuerdan con asombro  que cuando Uberti se instaló en el lugar encargó la construcción de una pileta y, como no le gustaba, llegó a refaccionarla cuatro veces.  Un gesto de derroche que ni los propietarios más exhibicionistas del CUBA se animan a ostentar.

En el 2006, el entonces funcionario luego desplazado de su cargo por haber traído al venezolano Guido Antonini Wilson a Buenos Aires, compró una casona en el CUBA de Fátima valuada en 300 mil dólares. Pero Uberti no puede justificar cómo hizo para adquirirla. En ese momento estaba al frente del Órgano de Control de Concesiones Viales (Ocovi), cobraba 8.500 pesos mensuales y declaraba que su auto era un Citroën Mehari modelo 1974.

La propiedad -que desde hace 15 días está a la venta- la puso a nombre de su hijo Claudio Federico, de 20 años, y no figura en la declaración jurada que presentó ante la Oficina Anticorrupción, a pesar de que la ley se lo exige.

¿Cómo es hoy la vida del valijero? ¿Por qué los vecinos del country ya no lo quieren cerca?

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