“Las paredes son de todos”. Con este lema, las distintas cuadrillas salen a adueñarse de los muros del conurbano bonaerense. A dos semanas de las elecciones, las pintadas de un candidato pueden durar apenas unos minutos sin que sea tapado por el trazo de brocha gorda de otro postulante. Los paredones se convierten en una prenda codiciada por todos los partidos políticos que hacen de las pintadas un negocio que incluye contratos con los municipios y la pelea callejera para defender al mejor postor.
“Vamos para la cancha de Dock Sud”, dice el Narigón ni bien se sube a la combi que lleva un pintor con el compresor que cubre la pared de blanco, un letrista, y otros dos pintores que se encargan de poner el color y la sombra. En los tapiales que rodean un campo de juego de Avellaneda acaban de pintar: “Insaurralde diputado”, y La Banda de Roca, liderada por el Narigón, debe tapar esas pintadas con el apellido de Massa, el candidato a diputado del Frente Renovador. Para este caso el mejor postor.
Esta es una de las bandas que, junto a Los Gurkas, Los Homeros, Buca y Tenis, entre otras, se encargan de que los nombres de los candidatos estén en las calles del Conurbano. Tienen relación con la mayoría de los intendentes pero también pintan en territorio enemigo.
Piden entre $ 1.500 y $ 2 mil por “una pasada” que consiste en pintar cuarenta cuadras de un distrito. Los costos crecen si se tienen que cubrir varias localidades. Los Gurkas aseguran una cobertura en zona norte o sur por $ 30 mil por semana.
Pero la relación permanente de estos grupos con los intendentes hace que no sólo se hable de costos por pasadas. Muchos de los chicos que pintan consiguen contratos en los municipios y durante el año también pegan afiches que promociona la gestión local.
La pelea por ganar las paredes más codiciadas se dan muchas veces cuerpo a cuerpo. Una semana atrás, La Banda de Roca se enfrentó con un grupo de Los Gurkas por las pintadas en la General Paz.
Un día antes de la pelea, estas dos bandas habían acordado que “Massa diputado” estaría hasta el otro día en el guardarrail. Por allí pasarían los dirigentes del Frente Renovador rumbo a un acto en el Conurbano. Pero Los Gurkas no respetaron el acuerdo y a la madrugada ya estaban los colores celestes y blancos con el nombre de Martín Insaurralde. La pelea la terminó ganando el Narigón, quien se apropió por unos días de este espacio.
“No hay zonas que no se puedan tocar, se puede pintar en todos lados, las peredes son de todos”, dice el Narigón a PERFIL mientras su equipo pinta en tan sólo cinco minutos una pared de 30 metros. La banda de Roca nació en 1999 haciendo pasacalles para el ex presidente de Independiente, Julio Comparada. Esta campaña electoral pinta para el candidato del Frente Renovador pero, con otra firma, colorea para el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, del otro lado de la General Paz.
