El Waldorf Hotel de la calle Paraguay 450, en pleno Centro porteño, es otra pieza del caso Hotesur que dice mucho más de lo que aparenta. Desde 2010, el presidente de la sociedad dueña del hotel es Osvaldo Sanfelice, miembro del directorio de Hotesur, socio de Máximo Kirchner en su empresa inmobiliaria y actual gerenciador de los hoteles de la Presidenta en El Calafate. El Waldorf prueba que Lázaro Báez sigue en el negocio hotelero en torno a los Kirchner y sus socios.
El 13 de julio, cuando todavía era el juez de la causa por supuesto lavado de dinero en la administración de los hoteles, Claudio Bonadio ordenó a la Policía Metropolitana allanar el Waldorf, según el acta a la que accedió PERFIL. El hotel es de tres estrellas y una habitación cuesta entre 90 y 180 dólares por noche. Cuando los oficiales llegaron, fueron atendidos por el gerente administrativo. Le solicitaron todos los libros contables y acuerdos comerciales con los imputados. Apareció “un convenio de informes de tarifas y servicios” con Valle Mitre SA. Esta firma es de Lázaro Báez y administraba los hoteles de Hotesur (de la familia Kirchner) hasta hace tres años, cuando la Presidenta eyectó a su socio y puso los hoteles a cargo de Sanfelice (titular de Idea SA). Sanfelice sigue teniendo acuerdos comerciales con Báez a través del Hotel Waldorf.
Como recordó la abogada de Margarita Stolbizer, Silvina Martínez, en una audiencia de esta semana por el caso Hotesur, hoy Idea SA toma las reservas para hospedarse en los hoteles de los Kirchner en una oficina del quinto piso de Lima 355, en el Centro porteño. Desde ese mismo lugar operaba la gerenciadora de Lázaro, Valle Mitre, para realizar la misma tarea. Según el gerente comercial del Waldorf, esas relaciones siguen. El encargado se comprometió a entregar la información sobre este convenio comercial al juzgado pero, más de dos meses después, no recibieron nada. Bonadio también quería ver los libros contables y el registro de huéspedes. Sospecha que en el Waldorf podría repetirse la misma maniobra que le adjudican a Hotesur en El Calafate: que las empresas constructoras de Baéz, que reciben contratos millonarios de obra pública en Santa Cruz, contrataban habitaciones que nadie ocupaba como una especie de “retorno” por los negocios que el Estado le entregaba al empresario.
En la Cámara Federal porteña deben decidir pronto si el expediente queda a cargo de Rafecas o viaja a Río Gallegos. Stolbizer aportó varios argumentos que demostrarían que la maniobra de lavado tuvo sede en territorio porteño. Bonadio coincide. Pero la defensa de la familia presidencial insistió: “Toda la acción a investigar tiene su desarrollo en la provincia de Santa Cruz”, dijo el abogado Carlos Alberto Beraldi.