La declaración por parte del vocero oficial de la Armada que la situación del submarino ARA San Juan estaría relacionada con "un evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosión", provocó la crítica de los familiares de los tripulantes, quienes consideraron que la nave no contaba con las condiciones necesarias para salir a hacer maniobras en el mar. "¡Mandaron una mierda a navegar!", fue el lamento de uno de los parientes.
Tras el anuncio de la presunta implosión que habría ocurrido dentro del submarino, uno de los familiares de los tripulantes reprocharon este jueves el nivel de la Armada y de su infraestructura. Según Itatí Leguizamón, esposa de uno de los miembros de la fuerza, en 2014 tuvieron una falla grave con el submarino y "lo dieron una pintada por afuera y lo sacaron igual".
El anuncio de la reparación del submarino ARA San Juan fue lanzado en 2011 con toda la escenografía clásica del kirchnerismo por aquellos años. En septiembre de ese año, y rodeada de banderas argentinas con inscripciones de "La Cámpora", la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner había encabezado un acto en la Costanera Sur con motivo de la finalización de la primera etapa de reconstrucción del submarino.
Cristina había asegurado desde el Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR) que el buque contaría con "una vida útil de más de 30 años".
"Este submarino comienza sus tareas de alistamiento y en diciembre, pato al agua, funcionando. Es un gran orgullo porque su hermano el ARA Salta, no pudo tener esta reconstrucción en la Argentina porque se había desmantelado la industria naval. Esta puesta nueva nos permitirá una vida útil de más de 30 años para este submarino San Juan", remarcó.
El submarino fue construido en Alemania en 1985 y llegó al país en 1986. En un primer momento había trascendido que su constructor Thyssen se iba a ocupar de su reparación periódica "de media vida", pero el Gobierno de entonces descartó esta opción y optaron por los locales de Tandanor. La ministra de Defensa Nilda Garré comenzó la reparación y terminó durante la gestión de Agustín Rossi en 2014.
Según consignó Garré, se cambiaron el motor, los generadores, las 960 baterías y se reemplazaron tuberías.