En los pasillos de la Casa Rosada dicen que uno de los principales enemigos de Amado Boudou es interno y de peso: se trata del secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. “Le soltó la mano”, explican en Balcarce 50. Sin embargo, en el entorno del vicepresidente sostienen que lo que vale es la palabra de Cristina Kirchner que, hasta ahora, decidió respaldarlo.
“La verdad es que Cristina quiere que Amado salga de esta situación. Lo apoya”, graficó uno de sus colaboradores más cercanos. Sin embargo, ante la debilidad del vice, ninguno de sus pares del gabinete salió a apuntalarlo. No sólo eso. Se sabe en el Gobierno que desde hace rato Boudou quedó afuera de la toma de decisiones y que es esquivado por los ultrakirchneristas.
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Antes de que el affaire se convirtiera en escándalo, cerca de Boudou decían que el límite para seguir en el cargo era el procesamiento. Ahora, que está más cerca de ser llamado a declaración indagatoria, dicen que si es procesado debería tener el mismo trato que Mauricio Macri, el jefe de Gobierno porteño, procesado por las escuchas ilegales. “Pero no lo va a tener”, aclaran, sugiriendo que podría complicarlo una resolución adversa del juez federal, Ariel Lijo.
Sin embargo, los asesores del vice trazan un panorama ecuánime de la situación judicial: “No lo complica más de lo que está ni lo beneficia como para desactivar este quilombo”. Para ellos, los Ciccone están errando la estrategia, convirtiéndose en perpetradores de un delito. “A Amado le tiran con cañones y en algún punto se equivocan. Lo que hacen los Ciccone los va a terminar complicando en la instancia judicial”, precisaron cerca del vicepresidente.
Según los colaboradores de Boudou, la designación de Gerardo Zamora como tercero en la línea sucesoria tiene más que ver con una lectura política. “Es una señal para el peronismo tradicional y un reinicio del esquema de transversalidad”, dijeron. Por ahora, Boudou está aislado políticamente pero fortalecido gracias a que la presidenta, Cristina Kirchner, no se anima a soltarle la mano a quien ella misma eligió en 2011 como su compañero de fórmula.
