El interior de la provincia de Buenos Aires clama y reclama porque los escuchen. Desde el oeste de la provincia, en Trenque Lauquen, los ruralistas que se reúnen en asambleas llegan a las 600 personas, “una cantidad de gente impensada en otros años”, dijo Juan Viñas Urquiza, productor de la zona quien explica que desde ayer la medida consensuada por las cuatro entidades agropecuarias se cumple al pie de la ruta 205 -en el km 436- a la altura de la planta industrial de La Serenísima.
En Trenque Lauquen se juntan unas 200 personas por turno de 3 ó 4 horas en la ruta. “Cada vez somos más, acá los productores no entienden lo que está haciendo la gente de Kirchner con nosotros, la falta de soluciones. Deberíamos estar pasando por un período de bienestar y estamos jodiendo por dos pesos -se quejó Viñas Urquiza- y peligra la producción lechera, que se va a sentir en el otoño de 2009". El productor también apuntó a la oposición: “Nadie parece hacerse cargo de este conflicto con una propuesta concreta. Con una medida del campo, hemos hecho temblar a toda la clase política argentina que todavía no pudo aportar una solución”, concluyó.
Los reclamos también se hacen oír en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires y desde Villarino, Fernando Carrizo Fierro, titular de la Asociación de Productores Ganaderos de esa localidad manifestó: “Acá la situación es de catástrofe, cerrada la exportación de carne, bloqueada la comercialización del trigo y con una sequía que lleva casi 4 años, las condiciones de producción son de gravedad”.
Las zonas áridas y semiáridas del sudoeste de Buenos Aires -como Villarino, Patagones, Bahía Blanca y Coronel Rosales- sufren, por la sequía, la mortandad y el éxodo de hacienda madre “que es el principal capital de trabajo para esta área que es netamente ganadera. Hoy se están rematando unos 14 mil animales en Bahía Blanca, estamos presenciando los remates más grandes de los últimos 10 años”, aseguró el dirigente rural quien insistió en explicar que tanto los productores como los consumidores son los más perjudicados “porque a nosotros nos pagan $3.50 el kilo vivo de carne y a la gente se lo venden a $ 20”, se quejó.
Carrizo Fierro también reclamó mayor participación de la oposición: “El campo espera que se unifiquen en alternativa que todavía no se dio y a esta altura del conflicto, es un acto de responsabilidad política que la oposición presente una propuesta que sea fruto del consenso de todo el arco opositor”, remató.
