Los internos de la Colonia Nacional Dr. Manuel A. Montes de Oca –de salud mental, en Luján– no piensan en mejorar su calidad de vida cuando eligen a quién votar, y piden, en cambio, que puedan ser resueltas las principales demandas de la sociedad: más seguridad, viviendas para todos y más puestos de trabajo.
El próximo 27 de octubre 42 pacientes de esta institución podrán ir a votar. Algunos lo harán por primera vez y otros volverán a pisar un cuarto oscuro después de muchos años. Para ellos, esta experiencia significa mucho más que elegir por un candidato.
En los comicios internos del 11 de agosto, Adriana fue con temor hasta San Justo, en donde debía emitir el sufragio. Ella no había vuelto al barrio desde que fue institucionalizada en la Colonia, y, en la misma mesa, votaba su hijo, a quien había dejado de ver hace más de veinte años.
También hace más de veinte años, Mabel había sido fiscal de mesa y trabajaba en la municipalidad de Moreno. Ahora es jubilada y cuenta que le escribió una carta a Cristina Kirchner. “Gracias a eso me aumentaron la jubilación”, dice a PERFIL y explica que pasó de cobrar $ 2.100 a $ 3 mil.
Mabel volverá a votar gracias a la implementación de la reforma electoral que habilita a sufragar a las personas que se encuentran en centros de internación y por el artículo 152 incorporado en 2010 a la Ley Nacional de Salud Mental, por el que todos los pacientes institucionalizados podrán sufragar, excepto las personas declaradas insanas en juicio.
En 2011, habían votado apenas cinco internos de la Colonia, mientras que en las elecciones de este año lo hicieron diez y en las generales lo harán 42. El martes pasado los pacientes participaron de un simulacro de votación. ¿El resultado? Un empate entre Martín Insaurralde (FpV) y la lista que encabeza Margarita Stolbizer junto a Ricardo Alfonsín.
Omar es un caso particular: tiene 29 años, está con tratamiento desde los 9. Figura en el padrón con el domicilio de Lomas de Zamora, donde vive su familia, que visita en salidas transitorias. Esta elección significa su primera vez en el cuarto oscuro y, al igual que la mayoría de los demás, no conoce mucho de Insaurralde, ni siquiera que es el intendente del distrito donde nació.
Luciana Samban, Natalia Echague y Juliana Acedo fueron las responsables de la capacitación. Explican que tuvieron que derribar prejuicios de la gente para que los internos voten. “Llegaron a acusarnos de poner el voto en el bolsillo o, en los comicios anteriores, un fiscal de mesa no quiso dejar votar a uno de los pacientes porque sabía que estaba internada en la Colonia”, cuenta Samban.
Durante la capacitación debieron poner énfasis en el trabajo sobre la actualidad ya que muchos de los internos –quizás por haber detenido los recuerdos en el tiempo en el que no estaban institucionalizados– preguntaban si podían votar por los ex presidentes Carlos Menem o Raúl Alfonsín.
“El voto es secreto”, dice Mario ante la pregunta de PERFIL sobre qué candidato elegirá. Los demás lo imitan y prefieren mantener el misterio.