El clima de conflictividad social obliga al Gobierno a un constante tira y afloje. Más allá de las declaraciones críticas de las protestas, a las que ya tildó como destituyentes o destabilizantes, en la intimidad los funcionarios aseguran que el diálogo nunca se cortó. Ya sea con los líderes sindicales como con el triunvirato piquetero.
No obstante, ese tira y afloje se realiza con una cuerda que está cada vez más tensa. El año pasado, en búsqueda de la gobernabilidad, la administracón de Mauricio Macri acumuló promesas. Muchas de ellas las hizo en diciembre, un mes siempre caliente en el país. Así, logró un fin de
año en paz.
Esas promesas, justamente, son las que hoy están en el centro de los reclamos. En un mes como marzo, también acostumbrado a ser un caldo de cultivo ideal para realizar protestas. No todas están vinculadas con la plata, pero ya se sabe que en Argentina es algo clave para destrabar cualquier negociación.
En la estrategia que viene utilizando en las últimas semanas, el Ejecutivo volvió a apuntar contra la ex presidenta Cristina Fernández y algunos dirigentes gremiales. “Acá hay un conjunto de dirigentes que tiene una vocación desestabilizante desembozada, sin ningún prurito, sin ningún pelo. Desde la ex presidenta para abajo, hay varios. Y hay varios ex dirigentes o dirigentes gremiales que la acompañaban que claramente acompañan ese pensamiento”, acusó ayer el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.
En el marco de la huelga convocada esta semana por los líderes sindicales de la CGT, para el próximo 6 de abril, el titular de la cartera de Trabajo les pidió que, “en vez de estar discutiendo si hacemos un paro o no hacemos un paro, por qué no nos sentamos a ver de qué manera modificamos las normas, las tareas de gremios y las de empresarios para formalizar a los trabajadores”.
Triaca insistió con la teoría de que hay sectores que anhelan que “el Gobierno se debilite porque quieren volver a tener las prebendas, los beneficios que tuvieron en tantas otras ocasiones”.
El ministro puntualizó que “el problema mayor con el trabajo tiene que ver con la informalidad” y advirtió que “hay algunos sectores gremiales que tienen muchas tensiones internas y no se quieren sentar a resolver” la situación.