El Gobierno tomó nota de los fallos adversos que se encadenaron en la última semana en el Poder Judicial. Pero se esperanza con lograr en la Corte Suprema una resolución que, a mediano plazo, equilibre los tantos. Y son muchos los que en la Casa Rosada creen que la buena noticia para el kirchnerismo llegará de la mano de una resolución a favor en la disputa judicial por la ley de Medios.
En el oficialismo existe la convicción de que Cristina Kirchner negoció con el titular del Máximo Tribunal una salida salomónica para el Gobierno: uno a favor y uno en contra.
La deducción la hacen a partir de algunos indicios: el proyecto inicial de la reforma disponía que el dinero del Poder Judicial lo manejara el Consejo de la Magistratura. La segunda versión de la iniciativa dejaba en la Corte el manejo de esos fondos. Y esto ocurrió tras una reunión entre el titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, y la jefa de Estado, Cristina Fernández.
Hipótesis. En esa senda de razonamiento, los operadores kirchneristas incluso deslizan que la reforma judicial fue una apuesta con pocas posibilidades de éxito pero útil al momento de intercambiarla por un fallo a favor en materia de medios. Creen que CFK lanzó la reforma judicial con el único objetivo de golpear a Clarín, a sabiendas de que la elección de los consejeros no iba a pasar el filtro de los fallos. Es decir, mandó un proyecto para que se lo rechacen con la idea de que le den luz verde a la Ley de Medios.
Cristina quiere desmembrar al multimedios porque lo culpa del deterioro en la salud de su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, quien batalló contra el pulpo mediático e impulsó la famosa Ley hasta su muerte.
¿Es una pelea verdadera la que hace CFK por la reforma judicial? Nadie lo sabe con certeza. Lo que sí se sabe es que si lograra la elección de los consejeros de la Magistratura tendría la facultad de poner y destituir jueces con una mayoría simple, es decir, con los miembros presentes. Eso le daría un enorme poder a la hora de avanzar o retroceder con causas que involucren intereses del Gobierno.
De todos modos, la relación con la Corte es tirante: el tribunal tiene en sus manos causas determinantes para el futuro político de la Argentina. Por ejemplo, los fallos a favor de los jubilados y la pelea por la coparticipación de las provincias.
Esta semana falló a favor de la firma Chevrón, una decisión que contribuye con las alianzas buscadas por YPF. Y se encuentra en resolución una causa impulsada por la AFIP, que considera que no deben aplicarse los beneficios de la ley de Competitividad del 2001 en un grupo de medios de comunicación y sobre la que rige una medida cautelar.
