Cada día, decenas de miles de residentes en el Gran Buenos Aires, más de la mitad de ellos hombres, llegan a la Ciudad: profesionales, mozos, empleadas domésticas, obreros, taxistas, cuentapropistas, maestros, comerciantes, que se desplazan en tren, en colectivo, en auto, en combis o en remises. Y son muchos.
Según un reciente informe de la Dirección General de Estadística y Censos del Gobierno porteño, el 48,5% de las personas que trabajan en la Capital vive en el conurbano bonaerense.
Horacio Meguira, asesor legal de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), ensayó una explicación del fenómeno. “En la Ciudad de Buenos Aires se paga mucho mejor que en el resto del país y además existe una gran diversificación de la oferta laboral”, aseguró. "La desindustrialización de las décadas del 80 y 90 convirtió a las fábricas del Gran Buenos Aires en esqueletos, en galpones. Y entonces, el obrero industrial calificado mutó en empleado de servicios con baja calificación", añadió el abogado.