POLITICA
Llamado a la cordura

En Luján, los obispos rezaron "por la Patria"

Con dirigentes agrarios en el templo, exhortaron a "dialogar sin imposiciones" y reivindicaron "los derechos de las provincias".

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| DYN

En una misa en la basílica de Luján, concelebrada por los cardenales Jorge Bergoglio (Buenos Aires) y Estanislao Karlic (emérito de Paraná) y por los arzobispos Luis Villalba (Tucumán) y Mario Maulión (Paraná), se rezó anoche "por la Patria". El oficio fue a raíz del creciente desencuentro entre los argentinos que dicen percibir la Iglesia, y un centenar de obispos pidió a la Virgen que los argentinos puedan "cultivar la convicción de que sentarse a dialogar no es reunirse para prevalecer o imponer, o convencer al otro".

El vicepresidente segundo del Episcopado, monseñor Agustín Radrizzani, reiteró anoche la exhortación de la Iglesia a un diálogo "sin imposiciones" para superar el conflicto entre el gobierno y el campo, y reclamó una equitativa distribución de la riqueza y que se defiendan los "derechos de cada provincia".  "El diálogo es fecundo cuando cada uno se pone en el lugar del otro y llegan a un acuerdo, a un punto común, aunque no se logre todo lo que cada uno quiere, pero todos salen enriquecidos por haber buscado, con sinceridad y desprendimiento, la verdad", imploró Radrizzani ante los dirigentes agropecuarios Luciano Miguens (Sociedad Rural) y Fernando Gioino (Coninagro), que se ubicaron en la primera fila de bancos del templo dedicado a la patrona nacional.

Gioino acaparó la atención de la prensa al anunciar, mientras los obispos ingresaban en la basílica, que las cuatro entidades del agro fueron convocadas por el gobierno para el viernes a las 12 para retomar las negociaciones en medio de la "tregua" y después de 21 días de paro del campo con desabastecimiento, cacerolazos y cortes de ruta. "Es una feliz coincidencia que mientras viajaba hacia Luján recibiera un llamado del secretario de la Presidencia, Oscar Parrilli, convocándonos para el viernes", dijo a DyN el titular de Coninagro.

Miguens, que llegó promediando la misa y no escuchó la homilía, acotó al final que la convocatoria que hace la Iglesia a un diálogo abierto es "una intención que todos debemos apoyar, sobre todo desde este lugar emblemático del país, a fin de que no volvamos a la confrontación".

Pero los obispos que se trasladaron en micros desde Pilar, donde hasta el sábado sesiona el plenario episcopal, no supieron de antemano que los canales de diálogo entre el gobierno y el campo se habían reabiertos.

La homilía de monseñor Radrizzani, a modo de oración a la Virgen, intentó no exacerbar los ánimos de las partes, aunque incluyó algunas sutilezas que demostraron las preocupaciones que tienen los obispos por la división de los argentinos. "Que encontremos la manera, venciendo el egoísmo, de superar toda inequidad. Que no suceda entre nosotros que unos tienen demasiado y otros pasan hambre, sino que todos puedan sentarse a la mesa de la creación, nadie se vea excluido y todos puedan llevar una vida digna", abogó.

Tras insistir, como la Iglesia lo hizo ayer, en que urge "valorar y construir la amistad social desterrando enfrentamientos, desencuentros, agresiones y resentimientos", el flamante arzobispo de Mercedes-Luján rogó a la Virgen que "ayude" a los argentinos a "defender los derechos de cada provincia de cada pueblo del interior, para que seamos uno en la diversidad".
"Anhelamos un proyecto de nación en el que cada argentino se sienta valorado y respetado en su dignidad, y nuestra comunidad nacional goce de una auténtica y pacífica convivencia donde logremos superar toda mezquindad y con corazón magnánimo, veamos siempre en el otro a un hermano", imploró.

Entre los bancos de la basílica, donde también se leyó la Oración a la Patria que la Iglesia acuñó en plena crisis del 2001-2002, pudo verse, además de los dirigentes agropecuarios, al director de Culto bonaerense, Enrique Moltoni, al secretario general de la SADOP, Horario Ghillini, y al presidente de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, Eduardo Serantes, organismo eclesial que ofreció mediar entre las partes en pleno conflicto. Más atrás, el "Tula", sin bombo y con remera roja un rosario colgado para no pasar desapercibido.

Fuente: DYN