El flamante presidente de Perú, Ollanta Humala, sorprendió a los congresistas que este jueves seguían en Lima su asunción, al jurar por la vieja - y no vigente - Constitución del país, que data de 1979 y que fue reformada en 1993, durante el gobierno del hoy detenido Alberto Fujimori.
“Juro por la patria que ejerceré fielmente el cargo de presidente de la República por el período 2011-2016, que defenderé la soberanía nacional, el orden constitucional y la integridad física y moral de la república y sus instituciones democráticas, honrando el espíritu, los principios y los valores y la Constitución de 1979”, lanzó el presidente alterando principalmente a los fujimoristas.
Los seguidores del ex presidente, detenido por crímenes de lesa humanidad, enfurecieron y al grito de “dimisión”, “dimisión”, “que se vaya, “que se vaya” se quejaron en medio de un revuelo que se confundía con quienes vivaban a Ollante: “sí se pudo”, “Ollanta presidente”.
La prensa peruana inmediatamente se lanzó a consultar a los constutucionalistas. Uno de ellos, José Luis Sardón afirmó que el presidente electo, Ollanta Humala, "se ha puesto al margen del orden constitucional" al jurar por la Carta Magna de 1979-
"Ha sido elegido con las reglas de la Constitución del año 1993, y tiene que sujetarse a esas reglas, la democracia constitucional no implica hacer lo que a uno le da la gana por el hecho de haber tenido más votos ajustadamente en una segunda vuelta", afirmó en diálogo con RPP Noticias. "Constitucionalmente (Humala) está impedido de hacer lo que hizo. ¿Cómo puede juramentar por una norma derogada? Lo que podría hacer es promover la reforma de la Constitución del año 93 y sustituirla por la del 79, pero no puede patear el tablero de esa manera", añadió.
Otra nota polémica fue la ausencia del presidente saliente, Alan García, quien no concurrió porque dijo que "le tenían preparada una emboscada". Según él los seguidores de Humala tendrían planeado abuchearlo y arrojarle huevos y por eso prefirió no estar en el traspaso de mando.
Con un discurso definido por los analistas como “moderado”, el flamante jefe de Estado peruano señaló: “Reconoceré y respetaré la libertad de culto y de expresión y lucharé incansablemente por lograr la inclusión social de todos los peruanos, especialmente de los más pobres”. Al tiempo que prometió “acabar con el lacerante rostro de la exclusión y de la pobreza y construyendo un Perú para todos”.
