POLITICA

Estado narco |Qué lecciones puede tomar Argentina de Colombia

La visión del presidente de Colombia sobre la lucha contra el narcotráfico en una entrevista exclusiva. Galería de fotos

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en su entrevista con Jorge Fontevecchia.
| Andrea Tobar

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en su entrevista con el CEO de la editorial Perfil, Jorge Fontevecchia, se refirió al problema del narcotráfico en su país y los desafíos que plantean los carteles de la droga.

—¿Qué lecciones que haya aplicado Colombia en el combate al narcotráfico pueden ser trasladadas a la Argentina?
—Primero, no cometer el error de Colombia de menospreciar el problema. Nosotros creímos que no era un problema y cuando nos dimos cuenta, ya era un problema muy grande. Segundo, capacitar muy bien a las Fuerzas Armadas y a las autoridades que persiguen al narcotráfico y aislarlas de la corrupción. Al narcotráfico lo dominan las mafias, que lo primero que hacen es corromper. Tercero, mucha Inteligencia. Hay que desarrollarla. Cuarto, cooperación internacional. Los grandes capos de la droga no tienen fronteras, se trasladan de un país a otro y ahí la cooperación internacional es muy importante. Y quinto, tener claro que cada eslabón de la cadena es diferente. No se puede tener una política contra el narcotráfico generalizada, tiene que ser segmentada. Va detrás, por ejemplo, de la extensión del dominio, o detrás del dinero, el lavado de activos o detrás de las mafias, desarticulando las mafias. Tener jueces especializados para eso. Otra cosa es ir detrás del microtráfico, que opera igual pero a escala más pequeña.

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—¿Cuál es el mayor desafío que plantean los carteles narcos a la política, para corromperla? Es un problema que nosotros en la Argentina estamos empezando a tener.
—Nosotros vivimos aquí la peor era de los carteles, que era plomo o plata. Nos tocó, incluso, desarrollar jueces ocultos, jueces que no se veían porque los mataban. Vencimos a esos carteles, pero el narcotráfico siguió. Ya no confrontaban al Estado, pero lo cooptaban a través de la corrupción. Son mafias. Corrompen, son violentos. Y para eso hay que tener una gran determinación política y una muy buena Inteligencia. Es así como hemos ido derrotando mafia tras mafia.

—Y sobre la corrupción de las fuerzas de seguridad, que es el grave problema en la Argentina, ¿cómo hizo Colombia para, al mismo tiempo, disciplinar a esa mafia y lograr que no corrompiera?
—Aquí hubo un general, el general Serrano (N. de la R.: tuvo a su cargo la dirección de Antinarcóticos hasta que asumió la dirección de la Policía Nacional, en enero de 1995), que en esa época hizo una limpieza de la policía, renovó casi toda. Nosotros tenemos una policía muy grande y hay que tener una permanente contrainteligencia porque la capacidad de la corrupción es infinita. Por eso, en paralelo a la lucha contra el narcotráfico, hay que tener otro carril, que es controlar la lucha contra el narcotráfico. Uno tiene que suponer que habrá corrupción.