Estalló la guerra por la Afsca con una nueva ley de Medios de fondo

El macrismo sigue buscando la forma de desplazar a Martín Sabbatella de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), y el kirchnerismo tiene previsto llevar el conflicto, si es necesario, a tribunales internacionales. Incluso, por la amistad que lo une a Cristina Kirchner, el ex juez español Baltasar Garzón se puso a disposición de Sabbatella para representarlo en el extranjero.

El hombre elegido por Mauricio Macri para desembarcar en la autoridad de aplicación de la Ley de Medios es Miguel de Godoy. De Godoy se reunió 15 minutos con Sabbatella en la Afsca y supo que no conseguiría nunca la renuncia del dirigente de Nuevo Encuentro.

Es por eso que, con la participación del flamante ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, trabajan en una forma legal para desplazarlo. Podría ser una intervención o una manera “menos violenta”.

También, Macri le encargó a De Godoy que prepare cambios en la Ley de Medios dado que, como le dijo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, a PERFIL, enviarán una nueva al Congreso.

Ayer el cordobés Aguad, en diálogo con Cadena 3, dijo que la regulación de la actual Ley de Medios “no va a subsistir con este gobierno”. Anticipó que el mercado será quien regule la competencia y que tratarán de ayudar a los medios chicos.

Resistirá. En el entorno de Sabbatella anticiparon a este diario que trabajan en medidas cautelares y amparos para impedir una intervención directa o indirecta de la Afsca por parte del macrismo. Agotarán todas las instancias en la Justicia argentina, en el fuero contencioso administrativo pero, si esto no da resultado, irán a tribunales internacionales.

“No se trata de defender un cargo, sino de defender el espíritu de la ley”, explicó un colaborador del funcionario, que fue designado por la administración de Cristina Kirchner, pero que debería convivir dos años más con el nuevo presidente según la ley. Con este punto, el macrismo no está de acuerdo.

El primer DNU que firmó el presidente respecto de la Afsca, para el sabbatellismo, es el puntapié para ir por la intervención con otro decreto. En él, modifica la órbita bajo la que está la Afsca, que pasa a responder al Ministerio de Comunicaciones. “Puede ser que quiera poner a De Godoy como interventor o que le recorte facultades a la Afsca para que el puesto deje de tener sentido”, consideró el entorno del dirigente de Nuevo Encuentro. Para los kirchneristas, ninguna de las dos cosas puede encuadrar en un DNU.

Cambios. Está claro que habrá cambios en la Ley de Medios porque lo anticipó el propio gobierno. Lo que no se conoce aún es cuáles serán los alcances de esos cambios. Para el kirchnerismo, incluso para Cristina Kirchner, la intención de la administración actual es escudarse en las nuevas tecnologías para introducir cambios a favor de la concentración mediática. “Es un debate necesario el de las nuevas tecnologías, pero usarán eso para modificar el espíritu de la ley”, precisó un colaborador de Sabbatella.

Si bien Aguad pretende que Sabbatella renuncie –lo reiteró ayer–, por el momento no se comunicó con él. Hasta ahora, él, Norberto Berner de la Aftic, y Alejandra Gils Carbó (procuradora general) son los únicos kirchneristas que resisten en sus cargos.

En tanto desde el entorno del dirigente de Nuevo Encuentro explicaron que no se correrá del cargo porque así lo resolvió el espacio político, es decir, el kirchnerismo. Cristina sigue de cerca el conflicto y da las directivas para la “resistencia”.

La idea de ir a tribunales internacionales tiene que ver con que el Frente para la Victoria piensa que la Justicia local responderá a los deseos del macrismo.

Sabbatella, duro con Aguad. Para el presidente de la Afsca, Martín Sabbatella, las declaraciones del ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, “son graves y preocupantes”. “Aguad dijo la semana pasada que no hay monopolio mediático en la Argentina. Puede ser una de dos cosas, o tiene un desconocimiento profundo del mapa mediático, o está tomando postura a favor de los intereses concentrados”, explicó en diálogo con PERFIL.

Se refirió, además, a los dichos de Aguad sobre que una ley no puede ponerle límites al Presidente: “Las leyes nos ponen límites a todos. Si no le gusta la ley, tiene que ir al Parlamento para cambiarla”.

“No voy a renunciar. Sería ser cómplice del intento de violar la ley. La ley es clara, establece que el mandato es de cuatro años, desacoplado con el presidencial”, adelantó el funcionario.

Según Sabbatella, lo que más le molesta a Aguad es el espíritu “antimonopólico de la ley” y lo acusó de tener un espíritu “autoritario y antidemocrático” al no querer cumplir con la ley vigente.