En la tarde del jueves 7, los amigos íntimos, su abogada Gisella Robles y el mismo Leonardo Fariña decidieron la estrategia que tendrán frente al juez Sebastián Casanello, ante quien declarará mañana en el marco de la “ruta del dinero K”. “Mañana habla”, prometen en su entorno.
“Leo está bien, no está nervioso en absoluto, sabe lo que tiene que hacer”, reveló en exclusiva a Perfil.com la persona con la que se reunió Fariña en el penal de Ezeiza este jueves a la tarde. Lo espera una jornada extensa. El valijero buscaría ultimar detalles a la espera de documentación que estaría llegando desde el exterior para aportar a la causa judicial por la cual está detenido el empresario Lázaro Báez.
Sin embargo, el mediático Fariña reconoció sentirse afectado por la decisión de la Justicia de La Plata de prorrogar su prisión por seis meses más. “Me mató”, confesó en varias oportunidades. Su estado de ánimo mejoró cuando se enteró que las causas judiciales se unificarían.
La investigación por “evasión fiscal” se unificaba con la de “lavado de dinero” de Casanello. El juez Ernesto Kreplak del Tribunal de Instrucción Nº3 que investigaba la “insolencia fiscal” de Fariña ya no está en su camino.
“Estoy bien, veremos qué pasa el viernes”, le dijo Fariña a este cronista poco después de conocer la detención de Lázaro Báez. “Puede pasar cualquier cosa, se rompieron los silencios, esto es un quilombo”, concluyó.
(*) Especial para Perfil.com | En Twitter: @luisgasulla