El 2 de junio es la fiesta nacional donde Italia celebra y conmemora el referéndum constitucional de 1946, cuando por sufragio universal los italianos fueron llamados a decidir qué forma de gobierno –monarquía o república– querían para su país tras la Segunda Guerra Mundial y la caída del fascismo.
La votación fue reñida ya que por casi 12 millones contra casi otros 11 millones Italia se convirtió en República tras 85 años de monarquía, lo que llevó al “exilio” a los reyes de la casa de Saboya sumado a que fueron desposeídos de cualquier vestigio de poder.
En Buenos Aires, su celebración es una de las que integran el calendario de reuniones diplomáticas con mayor asistencia de invitados de todo el espectro social local y rivaliza en convocatoria a las del 4 de julio en la embajada de Estados Unidos o a la del 14 de julio en la sede diplomática francesa.
Ayer, la casona de la esquina de Billinghurts y Libertador, y su amplio jardín se colmaron como suele suceder cada vez que Teresa Castaldo, la anfitriona, organiza allí una reunión. Este podría ser quizá el último de los aniversarios que ella presida porque ya estaría por cumplirse el cierre de su ciclo en Argentina.
Esto se vino postergando desde la asunción de Mauricio Macri ya que hubo un aumento creciente de empresas italianas interesadas en el nuevo escenario económico que plantea la presente gestión. Y desde entonces, Castaldo llenó su agenda con visitas no sólo de las autoridades máximas de su país sino con empresarios. El viernes, políticos locales que reconocen su gestión se acercaron a saludarla así como integrantes famosos de la comunidad italiana y otro como Mirtha Legrand, vecina de la embajada.