El excomandante montonero, Mario Eduardo Firmenich, analizó el resultado de la elección del 25 de octubre de cara al balotaje que definirá, entre el postulante de Cambiemos, Mauricio Macri, y el candidato oficialista, Daniel Scioli, quién será el próximo presidente.
“La realidad me impone el deber de conciencia de opinar. Intento un aporte desinteresado al bien común. El que quiere oír que oiga”, sentenció Firmenich, quien dividió el análisis en tres diagnósticos: político, económico y social.
En relación a la faceta política sostuvo que tanto los candidatos Mauricio Macri y Daniel Scioli, conforman “dos minorías”, dado que “ninguno de los dos es líder de una fuerza política bien organizada”. Por otra parte, el excomandante considera que “los partidos tradicionales no son organizaciones”, y que “el clientelismo electoral y el marketing mediático no construyen organización política”.
Además vaticina: “Quien gane será un presidente de minoría parlamentaria con liderazgo partidario débil en un sistema político sin estructuras.
En el plano económico, el exjefe guerrillero sostiene que existen “reservas de divisas mínimas. Balanza comercial en caída. Financiación venezolana terminada. ¿Financiación china hasta cuándo?”. También advierte sobre: “Estanflación: estancamiento del PIB con alta inflación” sumado al “conflicto con fondos buitres y riesgo sobre toda la deuda reestructurada. Exclusión de mercados de crédito internacional”.
En el aspecto social, detalla: “Los subsidios no dan trabajo. Escalafones profesionales sin lógica de mérito o esfuerzo”, y la presencia de “narcotráfico creciente por la marginalidad social y la corrupción institucional”.
Firmenich reflexiona que antes este panorama, “sin estrategia nacional de desarrollo a largo plazo la política económica será un ajuste ortodoxo” y “ajuste significa: Devaluación. Supresión de subsidios. Aumento de tarifas de servicios. Aumento de impuestos”.
”El balotaje no dirime privilegios del poder para unos u otros. Siguiendo así sólo dirime ajuste de shock inmediato o ajuste de shock pocos meses después.¿Cuál es el futuro con un gobierno de minoría y liderazgo partidario débil, realizando un ajuste socioeconómico ortodoxo?”, manifiesta.
Y propone : “Sin Proyecto Nacional hay proyectos sectarios. El sectarismo genera revanchismo. El revanchismo genera odio. El odio genera desintegración.Gane quien gane debería proponer un gobierno de unidad nacional para gestionar la emergencia. Necesitamos una Argentina Socialmente justa, Económicamente eficiente, Políticamente pluralista, Culturalmente diversa y en Paz”.