El vertiginoso y oscilante ritmo de la acontecimientos que sucedieron en este 2013 no dan respiro, ni siquiera en los últimos días del año, con los cortes de luz y protestas que no cesan. El hecho político más rutilante, aún por encima de la victoria del Frente Renovador en las elecciones legislativas de octubre, fue la constitucionalidad de la Ley de Medios. La Corte Suprema le hizo un guiño al kirchnerismo en una cruzada de largo aliento, considerada por el oficialismo como "la madre de todas las batallas".
Otro hecho ineludible fue la intervención quirúrgica de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, para drenarle un hematoma subdural craneal que provocó incertidumbre puertas adentro y afuera del kirchnerismo. En lo estrictamente político, la coyuntura obligó al Ejecutivo en más de una ocasión a aplicar repentinos y numerosos cambios en el Gabinete, relegando a la Presidenta a un cambio brusco en la agenda, al menos en el corto plazo: por un tiempo, no protagonizará más actos multitudinarios ni situaciones de stress. Tanto así, que se recluyó en El Calafate, donde guarda un silencio que no quebró siquiera en las Fiestas.
Entre los acontecimientos que mayor tristeza provocaron a los argentinos se pueden recordar la muerte de Renzo, la trágica inundación que azotó a la ciudad de La Plata y los violentos saqueos de diciembre.
