María Eugenia Vidal ordenó a sus funcionarios presentar sus declaraciones juradas. Pero en su terruño, Morón, donde gobierna su marido, Ramiro Tagliaferro, la oposición del sabbatellismo lo acusó de “poco transparente” y lo denunció ante Poder Ciudadano porque se dejó de publicar esa información en la web municipal.
Morón, donde el sabbatellismo gobernó ininterrumpidamente desde 1999 hasta 2015, se convirtió en un territorio político hostil. Las denuncias cruzadas están a la orden del día; hubo sesiones en el Concejo Deliberante que debieron ser desalojadas, y las intervenciones públicas de Tagliaferro están custodiadas por guardias de la Bonaerense.
“Es cierto que dejó de publicarse esa información, pero por una imposibilidad fáctica porque el gobierno saliente se llevó todas las contraseñas para acceder a la web”, señaló un funcionario del gobierno local.
Tagliaferro publicó por Twitter su recibo de sueldo, donde figura que gana 58.421 pesos brutos, de los cuales en su bolsillo le quedan 34.279.
Desde la oposición lo habían acusado de haberse duplicado –incluso triplicado– el salario, y que por esa razón habían dejado de publicarse. Tagliaferro explicó que presentó “en tiempo y forma la declaración jurada ante la Oficina Anticorrupción y cualquier interesado puede acceder a ella”.