La fuga de los condenados por el Triple Crimen de General Rodríguez tomó un nuevo giro. Manuel Guebara, director del penal de General Alvear, de donde escaparon a fines del año pasado Víctor Schillacci y los hermanos Martín y Cristian Lanatta, denunció que hubo varias irregularidades, según su declaración a Asuntos Internos del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) a la que tuvo acceso PERFIL.
La declaración forma parte de los diferentes oficios que enviaron desde el Ministerio de Justicia bonaerense, a cargo de Gustavo Ferrari. El gobierno de María Eugenia Vidal sostiene que hubo una “corrupción de funcionarios públicos como factor percutientes de la evasión”.
Guebara se refirió a los días previos a la fuga”. Dijo que hubo varias fallas que llevaron a que los presos se escaparan, y para eso, debieron contar con información interna debido a una serie de datos que, consideró, de otra forma no habrían podido tener.
Uno de los puntos que más le llamó la atención fue el traslado de los tres detenidos al área de Sanidad, en donde no fueron requisados, según denunció, al momento de ingreso. Pero la falta de controles no terminó allí. En la misma declaración sostuvo que por orden del anterior subsecretario de Política Penitenciaria de la provincia, César Albarracín, no se los revisaba de forma rigurosa como al resto de los reclusos.
Ese traslado no sólo sorprendió a las autoridades penitenciarias, debido a que no había un sistema de control acorde en el lugar, sino también a los Lanatta, que solicitaron en varias ocasiones salir de allí. En ese pabellón, por ejemplo, por esos días no había un equipo de filmación y cámaras, por lo que los propios penitenciarios lo colocaron durante tres meses. Luego fue quitado por orden de Albarracín, según se consigna en el expediente, el 15 de octubre de 2015 por “motivos políticos”. El equipo de filmación, según Guebara, sólo volvió a instalarse poco días antes de la fuga. Pero tampoco se encontraba en funcionamiento.
Agentes. En lo que respecta a los penitenciarios que estaban prestando servicio el día de la fuga, consideró que “no entendió” por qué el adjunto Toleres les abrió la reja cuando no tenían rehenes, algo “injustificable”, según sus palabras. Sobre otros de los agentes involucrados en la cusotida, Labat (a quien redujeron al momento del escape), sostuvo que “incumplió” con las normas de custodia, ya que tenía las llaves de forma que podía resultar simple sustraérselas.
“Lavat no hizo bien las cosas. Violó todas las normas de seguridad, no hizo nada de lo que debe hacerse”, afirmó. También consideró que alguien desde adentro tuvo que haberles brindado la información sobre la existencia de un fusil en el puesto uno, que fue tomado por los evadidos, ya que “no se ve a simple vista de noche”.n