La que terminó fue la peor semana del juez Javier López Biscayart, el magistrado que investiga el caso Skanska. El lunes el ministro del Interior, Aníbal Fernández, comunicó al Consejo de la Magistratura que el juez lo había “avasallado”, al tratar de alojar al principal detenido del escándalo, Adrián López, en la División Alcaldía de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal.
El juez trasladó al detenido por cuestiones de seguridad –ya que Adrián López le había comunicado que temía por su vida– pero a Fernández esa razón no le pareció suficiente. Luego de 16 horas inauditas, en donde uno de los carceleros declaró: “Teníamos al detenido arriba del camión y no sabíamos dónde dejarlo”, López fue alojado en dependencias del Gobierno de la Ciudad.
El jueves la suerte del juez desmejoró decididamente: recibió una cédula firmada por Diana Conti en la que le informaban que tenía en trámite un pedido de juicio político nacido el 22 de mayo de 2006. Ese mismo día fue alertado por una de sus ex parejas, que había sido contactada por “agentes de Inteligencia”. Lo mismo habría sucedido con otras mujeres.
La actitud habitualmente rígida de López Biscayart se endureció un poco más ya con la firme sospecha de que se iniciaba una campaña sucia en su contra. Mientras avanza el pedido de juicio político en su contra, una ex pareja del juez López Biscayart salió a revelar supuestas historias de maltrato.
Dos ministros (Alberto y Aníbal Fernández) y un senador por Santa Cruz ( Nicolás Fernández) desplegaron en las últimas semanas un opertarivo mediático y judicial destinado a instalar dos ideas fuerza: que el caso Skanska es una pelea entre privados que no afecta a funcionarios; y que el juez López Biscayart está "sucio" y debe apartarse de la causa.
Por su parte, Adrián López, uno de los dos detenidos por el caso Skanska dijo a Diario Perfil: “ Me equivoqué al decir la verdad”. Dice que en la cárcel lo amenazaban y que le reclamaban parte del “paquete”. “Yo retiraba los cheques de la oficina de Skansa. Fueron 600 mil pesos”, dice López.
López- eje del conflicto entre el juez López Biscayart y el ministro Aníbal Fernández- dice que se ve “como el único malo de la película”.