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Gremialistas jujeños lograron un acuerdo salarial, pero la Casa de Gobierno sigue cerrada

Hace cinco días que hay protestantes metidos en la sede gubernamental. Un fuerte operativo policial protege el edificio.

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La situación política y social en la provincia de Jujuy sigue convulsionada debido a las medidas de fuerza que lleva adelante el Frente de Gremios Estatales en reclamo de aumentos salariales.

A pesar de un anunciado acuerdo, continúa el acampe que comenzó el miércoles frente a la Casa de Gobierno y un grupo de 30 dirigentes gremiales permanece desde hace cinco días en el interior de la sede gubernamental, según informó a Perfil.com Daniel Aralla, un funcionario oficial que se encuentra dentro del edificio.

Están arrojando bombas molotov por las ventanas hacia el exterior y provocan destrozos en las instalaciones. Toda la policía de la provincia está acá intentado cuidar que no roben nada, pero ellos de todas formas se llevan cosas, porque creen que tienen derecho a hacerlo”, aseguró Aralla. Las fuerzas de seguridad tienen la orden de no actuar, ni reprimir a los dirigentes.

Mientras los dirigentes se encuentran en el interior de la Casa de Gobierno esperando una reunión con el gobernador Walter Barrionuevo pautada para las 13, otros 2.000 integrantes del gremio están frente al edificio.  

Aunque no está tomada, la sede de Gobierno permanece cerrada por seguridad, y los empleados no fueron a trabajar.

El gobierno se comprometió ayer a conceder un aumento escalonado del 20 por ciento para los empleados públicos, que fue aceptado por los gremialistas.

De esta forma, los estatales jujeños percibirán el 10 por ciento con los salarios de marzo y el 10 por ciento restante con los de julio y les serán restituidos los 100 pesos no remunerativos ni bonificables de ayuda extraordinaria que hubo para los meses de diciembre y enero, que serán pagados en forma retroactiva al mes de febrero.