C uatro días antes de la reunión entre los asambleístas de Gualeguaychú y el canciller Héctor Timerman, las bajas expectativas prevalecen entre quienes llevaron a cabo el corte de la Ruta 136 camino a Fray Bentos, donde está instalada la pastera UPM (ex Botnia).
Mientras la Justicia rechazó llamar a indagatoria al grupo de denunciados por el Gobierno pero aceptó al Gobierno como querellante en la demanda, los ánimos entre los que fogonearon la lucha no son los mejores.
Para la asambleísta Ivana Vilche “está todo demasiado maniobrado” por el Gobierno. “Quieren empezar a intimidar y asustar. Es decir, aunque no sea explícito, van a pedir que no volvamos a la ruta para frenar la querella”, explicó a PERFIL.
Paola Robles, una de las asambleístas denunciadas por el Gobierno, coincidió: “No estoy para nada esperanzada con lo que pueda pasar, nosotros abrimos las negociaciones y esperamos que el Gobierno aproveche esta instancia”.