Hay tropezones que sí son caídas

El embajador de España en la Argentina, Rafael Estrella, sufrió hoy un duro golpe al caer de bruces luego de que la vicepresidenta del gobierno, Teresa Fernández de la Vega, solicitara un vaso de agua para iniciar su conferencia de prensa en la sede diplomática.

La funcionaria, recién llegada de la Casa Rosada tras su reunión con el presidente Néstor Kirchner, comenzó a hablar ante los periodistas y no pudo continuar al estar sofocada por el calor:"muchas gracias por...un vaso de agua", alcanzó a balbucear con dificultad.

Presuroso, el embajador, que estaba a tres metros de ella, fue el primero que intentó complacer el pedido de la dirigente socialista, pero tropezó con la alfombra, cayó de bruces y en su corta carrera hacia el piso apenas pudo tomar con las manos los dos mástiles de las banderas de la Comunidad Económica Europea y de España, que casi también terminan en el piso.

El consejero de Información de la Embajada, Leonardo Marcos González, lo asistió rápidamente y comprobó que sólo se había tratado de un fuerte golpe. "No ha sido nada, tranquilos, el embajador está íntegro, ha sobrevivido, está perfectamente, en su amabilidad de querer alcanzarme el agua ha tenido un pequeño resbalón", bromeó con elegancia Fernández de la Vega.

Lo curioso es que minutos antes, un periodista de la nutrida delegación española que concurrió a la gira de la vicepresidenta por seis países latinoamericanos también había vivido una situación parecida, cuando estaba cómodamente sentado en una silla ubicada en primera fila e imprevistamente se quebraron las patas, por lo cual cayó violentamente al piso. Sin embargo, el que padeció las mayores consecuencias fue el cronista que se encontraba detrás suyo, quien terminó con un fuerte raspón en la pierna mientras insultaba por lo bajo por su mala fortuna.

No todo terminó allí, porque finalizada la rueda de prensa, un funcionario de la comitiva se tropezó antes de subir las escaleras de acceso al salón y casi "aterriza" en el suelo. "Estas alfombras van a matar a alguien", dijo con una sonrisa, mientras se acomodaba la corbata roja.

Fuente: Dyn