Luego de haberse instalado la idea de que el ministro de Economía,
Miguel Peirano, no continuará en su cargo en la administración de Cristina
Fernández de Kirchner,
el Gobierno mantuvo hoy un absoluto silencio, lo cual acrecentó la ola de rumores y
especulaciones.
"El presidente se molestó muchísimo con el hecho de que la noticia haya saltado de esta
forma a la tapa de los diarios", fue el comentario más concreto que surgió de fuentes
vinculadas al primer mandatario,
Néstor Kirchner. En Economía la respuesta fue única y repetida durante todo el
día:
"No hay nada para decir", en obvia alusión a la catarata de preguntas que buscaban
conocer el paradero de Peirano.
Entrada la noche un portavoz ministerial comunicó que el ministro había culminado sus tareas
por el día de la fecha y que
"mañana vendrá a trabajar normalmente". La posibilidad de que Peirano no continúe
al frente de la cartera de Hacienda en el próximo Gobierno se conoció en los últimos días y tomó
especial cuerpo, pese a que parecía uno de los ministros con mayores posibilidades de conservar su
puesto.
Los comentarios tienden a incentivar la idea de Peirano
se aleja por discrepancias en el manejo del INDEC, pero una de las últimas
versiones sugieren que esta
"es la excusa encontrada" pero en realidad existe
"otro tema" más de fondo. Como siempre en estos casos junto a los rumores de
alejamiento del ministro de Economía nació una lista de reemplazantes, que en este caso incluyen al
presidente del Banco Central, Martín Redrado, al ex director de la autoridad monetaria, Mario
Blejer, a la diputada Mercedes Marcó del Pont y a la actual titular del Banco Nación, Gabriela
Ciganotto.
Sin embargo, algunas diferencias de estilo e ideológicas entre los supuestos aspirantes
sería tan amplia que para algunos las tornarían incompatibles en sí mismas. Al respecto ya se
escucharon las primeras voces. El titular de la Unión Industrial Argentina (UIA) -entidad con
vínculos directos con Peirano- Juan Carlos Lascurain afirmó que
"lo más importante es el proyecto y no los nombres", aunque inmediatamente
advirtió que "no nos es indiferente el nombre del ministro".
A modo de ejemplo el industrial disparó:
"No es lo mismo (Ricardo) López Murphy, pero no le podemos decir a la presidenta electa
cuál será su gabinete".
El cortocircuito con Peirano desnudó la fuerte interna que existe en el Gobierno con la mira
puesta en el cambio de mando del próximo 10 de diciembre.
Y esta situación generó además un hecho incómodo para Kirchner, dado que bajo estos
parámetros Peirano se alejaría del Gobierno con la misma lógica que lo hizo Roberto Lavagna, o sea,
en desacuerdo con aspectos la política oficial tras un amplio triunfo electoral, si bien a
diferencia de lo ocurrido en 2005, en esta oportunidad también habrá un recambio presidencial.
Fuente: DYN