La muerte del economista argentino Iván Heyn sigue siendo investigada por la Justicia de Uruguay y las pistas aportan más datos a la hipótesis de una muerte accidental como consecuencia de un fallido juego autoerótico.
Según consigna el diario Clarín, el juez penal Homero Da Costa cotejó los resultados de las últimas pericias forenses y arribó a la conclusión preliminar que la muerte de Heyn se produjo mientras practicaba una "masturbación extrema" consistente en "llegar al clímax al borde de la asfixia con el presunto propósito de potenciar el placer".
Esta teoría fue apoyada por el médico forense, Domingo Perona, y por el inspector Juan Carlos Vázquez, de policía técnica, quienes encontraron "rastros de semen seco" en las piernas y en la alfombra de la habitación. Además, una prenda femenina íntima (sin utilizar y aún con la etiqueta de compra), según reseña el matutino, fue hallada en el baño. Este material se sumó a la investigación.
Sin embargo, esa no es la hipótesis que sostiene los íntimos del economista: los amigos de Heyn creen que se suicidó por las presiones que recibía.
Fuentes policiales informaron que las pericias confirmaron que Heyn tenía su cuello dentro de un cinturón, cuya punta estaba atada al placard a 1.70 metros de altura. El comisario Gustavo Porro, uno de los primeros en llegar a la habitación 1062 en donde se albergaba el economista, dijo que "lo que saltaba a la vista enseguida era que no había habido violencia, impresionaba como un suicidio, pero había cuestiones que no eran normales en un acto de este tipo".
El juez Da Costa señaló que al no haberse hallado semen de otra persona, y con la habitación cerrada por dentro, se descarta una presencia ajena en la habitación de Heyn. Por otra parte, ni en la notebook o en su celular había mensajes que dieran a entender intenciones o tendencias suicidas.
En los próximos días el juez terminará de recibir pericias que solicitó y dará a conocerá oficialmente la conclusión final sobre la razón de la muerte del economista de La Cámpora.