Luego del paro de 24 horas protagonizado por los médicos de 33 hospitales y 42 centros de salud de la Ciudad de Buenos Aires, las autoridades no descartan una nueva medida de fuerza que reitere el pedido de mayor seguridad para el personal.
Si bien este fue el cuarto paro realizado por la Asociación de Médicos Municipales (AMM), su desarrollo tuvo un fuerte tinte político, al quedar en medio de la creciente polémica entre el Gobierno nacional y el metropolitano en torno a la disponibilidad de efectivos de la Policía Federal para la custodia de edificios públicos.
El Dr. Jorge Gilardi, presidente de la AAM, se entrevistó con Perfil.com, donde destacó el alto acatamiento del paro, y advirtió el error de considerar la medida bajo una perspectiva netamente política.
- ¿Va a volver a realizarse otro paro?
- Todo depende de cómo se vaya planteando la situación. El requerimiento que tiene la Asociación de Médicos municipales es el reclamo a ambos sectores políticos que están en pugna en este tema de un escenario seguro.
El martes o miércoles nos vamos a reunir nuevamente, y haremos una evaluación de las medidas de seguridad que se han ido tomando en esta supuesta mesa de negociaciones que deberían tener el Gobierno Nacional y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Si bien este no es el único problema, es crucial. Pero el insumo más rico que tiene la política de salud es el recurso humano. Si le meten un balazo a un médico, a un profesional de la salud, eso no tiene respaldo. Queremos un escenario seguro y esperamos que nos den una solución.
Hace un tiempo, en el Hospital Piedra Buena un médico fue golpeado y tuvieron que cerrar el centro de salud para implementar más medidas de seguridad. Esto pasó con respaldo de la policía así que imagínense que, sin su apoyo, no se puede trabajar.
- ¿Qué va a pasar mañana con los hospitales y centros de Salud?
- Va a haber más seguridad privada, por parte de la (Policía) Metropolitana, pero esto es insuficiente. Necesitamos volver a trabajar rápido en los hospitales, porque se nos están atrasando las listas de espera.
Va ser muy difícil abrir todos los centros de salud. Los más complicados son los de la zona sur de la ciudad, como el Argerich, el Penna y el Piñero, que tienen alta potenciabilidad de riesgo.
- ¿Qué va a pasar con los pacientes que perdieron sus turnos?
- Hemos tratado de reorganizar los turnos de consultorio externo, se han reforzado los consultorios y los turnos quirúrgicos.
Pero el problema es mayor. Los centros de salud que permanecen cerrados son los de las zonas carenciadas y sus pacientes al único lugar que pueden ir es al hospital público. Se les está negando la oportunidad del acceso.
- ¿Qué respuestas tuvieron mientras realizaban el paro de parte del Gobierno de la Nación y del Gobierno de la ciudad?
- Pedí una entrevista con la ministra Nilda Garré pero no la he logrado. Al mismo tiempo, estuve en contacto con el ministro Montenegro, el ministro Lemus, el jefe de la Policía de Burzaco y el Jefe de Gabinete, Rodríguez Larreta, en una reunión conjunta, en la cual ellos me marcan sus limitaciones.
- ¿Qué opina sobre los funcionarios que dicen que esto es un conflicto político?
- No estoy de acuerdo. Nosotros hacemos política gremial y no gremialismo político.
Este es un conflicto netamente gremial. Hubo algunas organizaciones representativas de algunos sectores de la Salud que decidieron no parar y, de todas formas, la gente no fue a trabajar. Esto demuestra el nivel de preocupación que tiene el equipo de salud.
Si cuatro individuos no son capaces de parar a 16 mil personas con un 100 por ciento de acatamiento es por que no comprenden que esto es gremial.
Yo uso con mucho gusto el guardapolvo blanco. Con bastante criterio me formé para eso y me sigo especializando. Lo que no se usar es un chaleco antibalas. Y no lo quiero usar tampoco. La AMM no quiere acostumbrarse a la violencia.
Hace 30 años atrás íbamos con la ambulancia al hospital, llegábamos a las villas de emergencia, te esperaban en la puerta, te acompañaban por los pasillos, asistíamos al paciente, nos volvían a acompañar a la ambulancia y nos decían “gracias, doctor”. Hoy llegamos, nos piden peaje, nos golpean y nos roban.
(*) especial para Perfil.com
