En representación del presidente Néstor Kirchner, el ministro de Educación, Daniel Filmus junto con el titular de Planificación, Julio De Vido, participaron hoy en la ciudad australiana de Sydney de la inauguración de un reactor nuclear fabricado en la Argentina, considerado el más moderno del mundo en su tipo.
"Se trata de la exportación de tecnología más importante que ha hecho Argentina en la historia, en una experiencia que abre para el país las posibilidades de trabajar en una línea de exportaciones de conocimiento en materia de ciencia y tecnología", dijo Filmus en declaraciones a Télam luego del acto.
El acto fue encabezado por el primer ministro de Australia, John Howard, los ministros de Industria, Ian Macfarlane, y de Ciencia y Tecnología, Julie Bishop, y otros funcionarios australianos y argentinos.
Filmus dijo que, al hablar en la ceremonia, Howard "destacó fuertemente la importancia de la colaboración científica y tecnológica en el área" entre ambos países, y que "valoró la colaboración argentina en particular del INVAP", el instituto nacional que fabricó el reactor.
Posteriormente, Filmus, De Vido, Howard y el resto de las autoridades recorrieron las instalaciones del instituto Hast, donde funciona el reactor, y se interiorizaron sobre detalles de su funcionamiento.
Los ministros argentinos mantuvieron además entrevistas con Howard, y los titulares de Industria y de Ciencia y Tecnología australianos, con quienes analizaron las posibilidades de profundizar el intercambio bilateral en diferentes áreas.
Filmus señaló que con el primer ministro, quien "conocía en detalle la situación de nuestro país", abordaron cuestiones vinculadas con la minería y las posibildiades de inversiones en ese rubro en la Argentina.
Durante la entrevista con la ministra de Ciencia "se planteó la posibilidad de avanzar en temas como el uso del reactor, por ejemplo, en medicina nuclear, nanotecnología o prueba de nuevos materiales", dijo.
El reactor inaugurado hoy fue construido por INVAP, compañía mixta integrada por la provincia de Río Negro y a la Comisión Nacional de Energía Atómica, con un costo de alrededor de 200 millones de dólares.