El exsecretario parlamentario Mario Pontaquarto, que en 2003 confesó que había actuado como "valijero" en el escandaloso caso de coimas en el Senado, pidió la absolución en la causa al considerar que ya prescribió el expediente. Además, su defensa alegó: "La confesión de nuestro pupilo ha carecido de un correlato de evidencia, por lo que no hay pruebas para condenar a los acusados".
Según sostuvo el abogado Hugo Wortman Yofre al leer su alegato ante el Tribunal Oral Federal 6 -que juzga al expresidente Fernando de la Rúa y otros siete imputados-, Pontaquarto "confesó por el peso de su conciencia y sólo espera benevolencia de la Justicia".
El letrado defendió, pese a ello, la veracidad de la confesión voluntaria de Pontaquarto en torno al pago de cinco millones de pesos para que senadores peronistas votaran una ley de flexibilización laboral en el año 2000.
La estrategia de la defensa. Wortman Yofre intentó dejar en claro que el exsecretario administrativo del Senado "no es un arrepentido", en el sentido jurídico del término, sino un "cooperador de la justicia". El juicio proseguirá el martes próximo con el alegato de la defensa del expresidente Fernando De la Rúa.
El letrado argumentó que su defendido "no estuvo obligado a decir la verdad" por encontrarse bajo amparo del articulo 18 de la Constitución Nacional, que exime a los acusados de un delito de declarar en contra de si mismo, y definió su actitud como “una autoimposición pero no una prueba en sí misma” de los hechos confesado.
Hoy, en el primer día de alegato de las defensas, el abogado de Pontaquarto resaltó ese tratamiento "benévolo" ya exhibido tanto por la fiscalía como por la querella, que pidieron para este penas de aplicación en suspenso.
Según consignó la agencia Télam, la acusación ratificó su pedido para De la Rúa; el jefe de la SIDE, Fernando de Santibañes y los exsenadores peronistas Augusto Alasino, Remo Constanzo y Alberto Tell las penas de seis años de prisión, el máximo para el delito de cohecho, mientras que levantó las acusaciones contra el exministro de Trabajo, Alberto Flamarique y Alberto Branda.
Su confesión. En 2003, Pontaquarto había confesado que retiró de la exSIDE dos bolsos con cinco millones de dolares con el fin de pagar sobornos a senadores para que aprueben en abril de 2000 la ley de flexibilización laboral. El secretario, había asegurado que las coimas fueron autorizadas por De la Rúa en una reunión en Casa de Gobierno.
Conforme a la declaración de Pontaquarto, el entonces Presidente habría dicho que los pormenores de los pagos los "arreglen con De Santibañes", ya que los senadores peronistas pedían "algo más" para aprobar la ley.