Plataforma 2012, el grupo de intelectuales que se propone como “un espacio para la recuperación del pensamiento crítico", plantea que la Constitución vigente incluye la mayoría de las reformas que demanda el Gobierno, y que si bien existen razones para cambiar lo que denominan “matriz del modelo constitucional” que posee la Argentina, no es la posibilidad de una nueva reelección de la Presidenta lo que debería impulsarla.
De hecho, establecen, la Constitución actual contempla derechos inclusivos de educación, salud, acceso a las condiciones básicas de salubridad y transporte, entre otros.
"A la manera de la construcción de los mitos, se instala la idea de una refundación de la Argentina desde lo económico y social, que exigirá cambios constitucionales", analiza el grupo en un documento reproducido este sábado en el Diario PERFIL.
El documento de Plataforma 2012 llega a dos semanas que Carta Abierta, el grupo de intelectuales más afecto al kirchnerismo, manifestara en su propio documento: "¿Cómo no reconocer que Argentina necesita una nueva Constitución? El proceso de transformación en curso que en nuestro país reconfigura la nación es parte del fenómeno que recorre Suramérica. Y este fenómeno, sea que atraviese momentos de bonanza como de riesgo, merece una altura constitucional diferente. Esta es nuestra convicción y nuestro compromiso".
En cambio, los más de cien intelectuales de Plataforma 2012, plantearon esta semana sin rodeos: "Nos oponemos a la re-reelección así como también a cualquier estrategia “pactista” o de “negociación” que conlleve la habilitación de un tercer mandato presidencial, a través de una reforma constitucional".
Algunas de sus proposiciones principales:
I. El principal problema constitucional que hoy enfrenta el país no se relaciona con lo que la Constitución incluye u omite incluir en su texto, sino con las violaciones a derechos fundamentales que sufre día a día nuestro pueblo, por las acciones que el actual gobierno ha llevado adelante para desvirtuar la Constitución, y las omisiones en que ha incurrido, impidiendo cumplirla.
II. La Constitución vigente ya incluye la mayoría de las reformas que el Gobierno demanda.
III. La Constitución vigente no es ni ha sido un freno a políticas reformistas.
IV. Existen razones para cambiar la matriz del modelo constitucional que tenemos, pero en una dirección muy diferente a la propuesta por el Gobierno.
Una Constitución más igualitaria y democrática, como la que muchos de los miembros de Plataforma 2012 defendemos, procuraría revertir la matriz conservadora de organización del poder que el constitucionalismo oficialista ha propiciado durante casi una década. Más específicamente, consideramos que dicha reforma sobre la organización del poder debe orientarse en una dirección precisa: la de democratizar el poder constitucional, en lugar de seguir concentrándolo para el usufructo de unos pocos que actúan para su propio beneficio pero bajo el nombre impropio de todos. De este modo, tornaríamos más consistente la sección constitucional referida a los derechos, que se ha ido “democratizando” (luego de haber estado al servicio de la limitación de los derechos políticos), con la referida a la organización del poder, que continúa trabajando a favor de una institucionalidad política jerárquica y poco democratizada, que considera al voto periódico como exclusiva forma real de la participación política.
La perspectiva democrática que reivindicamos no consiste en fantochadas leguleyas como las que hoy la coalición gobernante alega para esconder su propósito reeleccionista, sino en la recuperación del pueblo como sujeto emancipado, no dependiente de nadie y responsable de las decisiones que por sí mismo toma.
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