El tren bala todavía no empezó a construirse, pero ya da que hablar. Una de las empresas extranjeras que que se encargará de construirlo está en la mira de la Justicia francesa por presuntos pagos de sobornos a gobiernos latinoamericanos para adquirir obras públicas por cifras millonarias.
Se trata de la empresa Alstom, que encabeza el consorcio que construirá el tren bala, proyecto anunciado por la presidenta Cristina Fernández la semana pasada, con la idea de unir Buenos Aires, Rosario y Córdoba en tres horas. Junto a la española Isolux y las argentinas Iecsa y EMAPA, Alstom conforma el consorcio Veloxia, que deberá construir el tren en 48 meses por 4.000 millones de dólares.
Al parecer, la compañía está siendo investigada por sobornos no sólo en América del Sur, sino también en Asia, según informó hoy el diario The Wall Street Journal . La Argentina no se encuentra entre los países que habrían recibido sobornos, al menos por ahora, ya que se trata de una investigación sobre hechos que se habrían producido entre 1995 y 2003.